Los tiempos cambian y con ello los estilos de vida y toma de decisiones. Basta con echar la vista al pasado para comprobar que los métodos y hábitos de ahorro, así como la gestión y planificación financiera, han ido evolucionando al mismo tiempo que la sociedad. Entonces, ¿cómo se puede ahorrar dependiendo de nuestro estilo de vida hoy en día?
El modo de generar el ahorro normalmente este viene determinado por diversas circunstancias personales, como pueden ser las familiares, o la limitación de la capacidad de ahorro que muchas personas sufren hasta determinadas etapas, por lo que deciden ahorrar a partir de edades más avanzadas. De todas formas, hemos recopilado algunas de las principales características en la forma en la que se produce (o no) el ahorro.
Ahorradores sin planificación
Estos ahorradores tienden a ser aquellas personas cuyo objetivo es ahorrar sin método ni objetivo definidos; es decir, que guardan dinero de manera periódica sin haber establecido un importe fijo y un destino claro para su capital. Las únicas recomendaciones para este tipo de ahorradores tienen que ver con la eficiencia y una correcta planificación; por un lado, ser más eficiente ahorrando implica establecer un importe periódico más o menos fijo que permita ahorrar y/o ver crecer el capital, al mismo tiempo que las necesidades de ocio y recreación quedan satisfechas. Por otro lado, cuando hablamos de planificación nos referimos a contar con un motor y propósito por el cual se realiza el ahorro, como por ejemplo la jubilación, y así evitar “ahorrar por ahorrar”.
Ahorradores apáticos
A la hora de hablar de personas apáticas en términos de ahorro, nos referimos a aquellos a los que les genera muy poco interés ahorrar mes a mes, o simplemente no poseen la percepción del ahorro como necesidad de cara al futuro. Guardar determinadas cantidades de dinero de manera periódica no entra en los planes de este tipo de personas, por lo que su tasa de ahorro se limita, a lo sumo, a lo que pueda sobrar del presupuesto a final de mes. Conocer los motivos por los que es importante ahorrar desde edades tempranas, así como las razones para hacerse con una herramienta de ahorro privado, como un plan de pensiones, puede ayudar a los ahorradores apáticos a dar el paso y pensar en su futura estabilidad económica.
Ahorradores impulsivos
Como la propia palabra indica, este tipo de ahorradores se caracterizan por actuar mediante impulsos. Los ahorradores impulsivos, por contradictorio que parezca, intentan economizar sus recursos y guardar parte de sus ingresos, y, sin embargo, se dejan llevar por arrebatos a la hora de realizar compras y por lo tanto gastan por encima de lo establecido para ahorrar. Además de los gastos hormiga, estos desembolsos son los que derivan en una escasa o nula tasa de ahorro entre los ahorradores impulsivos, quienes pueden emplear recursos como el reto de las 52 semanas, o la regla 50/20/30 para asegurar un ahorro mensual y anual.
Ahorradores organizados
Por último, nos encontramos ante el aspecto clave que hace de este grupo de ahorradores el más eficiente. Los ahorradores organizados llevan al día sus cuentas y finanzas personales, manejando presupuestos a partir de sus ingresos y planificando la cantidad que va a ser destinada al ahorro. De la misma manera, los ahorradores organizados comprenden el propósito del ahorro y cuentan con un objetivo específico hacia el cual van orientados los ahorros.
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