null Qué son los "gastos felices" y cómo invertir en felicidad

¿Cuántas veces hemos oído hablar de que el dinero no da la felicidad, pero si ayuda a conseguirla? Es cierto que alcanzar unos niveles económicos elevados nos permite satisfacer nuestras principales necesidades y, por lo tanto, podemos ver disminuidas nuestras inquietudes. Sin embargo, no es necesario ganar la lotería para alcanzar la felicidad, si no saber administrar nuestras finanzas para dirigirlas a aquello que nos provoca un bienestar físico y emocional, los conocidos “gastos felices”.

Así lo demuestran los autores del libro “Happy Money: The Science of Smarter Spending” (Dinero feliz, la ciencia de gastar de manera inteligente), quienes optan por una filosofía que sostiene que “la magia no consiste en ganar más, si no en gastar mejor”. La teoría de los gastos felices y cómo podemos invertir en aquello que realmente nos puede aportar una mejora en nuestro estilo de vida. ¿Cómo ser conscientes y priorizar a la hora de gestionar nuestro dinero?

Dentro de la planificación financiera personal y familiar de cada mes, nos encontramos ante diferentes vías de escape de nuestro dinero: Por un lado, el capital destinado plenamente al ahorro, dependiendo del tipo de ahorrador que seamos; por otro, el dinero que gastamos a diario, semanal y mensualmente en gastos comunes y corrientes, como la compra, facturas o hipotecas; y por último, nos encontramos ante los gastos en ocio y recreación personal. Es en estos dos últimos gastos en los que debemos tomar conciencia y preguntarnos lo siguiente: ¿Qué me aporta este desembolso a nivel emocional? ¿Puedo sustituirlo por otro que cumpla con mis necesidades? ¿Me hace feliz, o puedo hacer felices a los demás?

Invertir nuestro dinero en gastos felices no implica únicamente comprar bienes materiales que satisfagan necesidades inmediatas, si no que debemos reflexionar y pensar en aquello que nos pueda hacer felices por un tiempo más prolongado.

Antes de entrar en detalle en los ejemplos de gastos felices en los que podemos invertir nuestro dinero cotidianamente, debes tener en cuenta de que se trata de ideas y ejemplos generales, y que a la hora de elegir aquello que nos hace feliz, debemos hacerlo de manera subjetiva y honesta.

La salud, una prioridad a la hora de alcanzar la felicidad

Uno de los principales gastos felices en los que nos podemos centrar es la salud. Se trata de un factor que muchas veces pasamos por alto y, sin embargo, cuidarla resulta imprescindible para vivir más y sobre todo mejor. Comenzando por la alimentación, en un mundo en el que comienza a predominar la comida rápida y ultraprocesados, es necesario replantearse la cantidad de dinero que destinamos en comida saludable. Una correcta elección de los ingredientes y calidad de los alimentos que ingerimos supone invertir en salud y, por ende, nuestro bienestar y felicidad.

La relación entre salud y felicidad no concierne únicamente a llevar una correcta alimentación; invertir nuestro dinero en mejorar nuestras condiciones físicas mediante el ejercicio físico, así como en cuidar nuestra salud mental. En definitiva, no escatimar en aquello que nos permite alcanzar un bienestar físico y emocional.

Más experiencias y menos bienes materiales

Al contrario de lo que la gente cree, invertir nuestro dinero en experiencias intangibles nos hace más felices. Cuando gastamos nuestro dinero en bienes materiales, como es el caso de un coche, o un televisor nuevo, dichas adquisiciones acaban perdiendo valor con el tiempo.

Realizar un viaje solos o acompañados, acudir a conciertos o festivales o ir al teatro alimenta nuestra mente, nos hacen salir de nuestra zona de confort y nos permite desconectar y almacenar recuerdos que perdurarán en el tiempo.

¿Y mi felicidad futura?

Invertir en felicidad no debe ser cosa solo del presente y por tanto, debemos tener en cuenta la manera en la que podemos garantizar los gastos felices del futuro. Dado que en el momento de la jubilación nuestro nivel de ingresos se ve reducido, la planificación financiera del día de mañana debe formar parte de nuestros planes.

Imagina que estás disfrutando de una tableta de chocolate, pero decides guardar parte de ella para seguir disfrutándolo otro día. Querer prolongar y asegurar nuestra felicidad parece obvio, ¿verdad? Realizar lo mismo con el ahorro y destinar parte de nuestro capital para cuando más lo necesitemos es una excelente elección que podemos conseguir mediante seguros de ahorro, como los planes de pensiones de PSN.

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