Lo vemos en los telediarios de manera continua, en prensa escrita y hasta las redes sociales están llenas de mensajes sensibles acerca de los efectos que está teniendo el cambio climático en nuestro planeta, y aún así parece que la sociedad no es del todo consciente de ello. Mientras seguimos adoptando una actitud pasiva, las autoridades continúan alertando. “Nos estamos quedando sin tiempo, la emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero podemos ganar”, advertía António Guterres, jefe de la ONU en la Cumbre de Acción Climática. La situación es clara, debemos actuar de inmediato para proteger la tierra de los efectos del calentamiento global, y fechas como El Día Internacional contra el Cambio Climático suponen un impulso para la concienciación y sensibilización social, pero, ¿qué podemos realizar para reducir el impacto medioambiental en nuestro día a día?
Es cierto que los grandes cambios deben llegar de la mano de las principales multinacionales, empresas y autoridades gubernamentales, adoptando medidas más sostenibles. Sin embargo, la población juega un papel muy importante en la reducción del impacto medioambiental. Y es que pequeñas acciones y determinados gestos, repetidas de manera prolongada y llevadas a cabo por grupos muy grandes de personas, suponen un enorme cambio. Por ello, queremos compartir 5 acciones que podemos realizar en nuestro día a día para evitar el cambio climático:
- Reduce el plástico en tus compras. Cuando realizamos la compra en los supermercados estamos rodeados de plásticos. Envases innecesarios, bolsas para frutas y verduras, bandejas de espuma y poliestireno… Para poder evitar por completo el plástico, podemos hacernos con bolsas de tela reutilizables con las que podremos pesar productos frescos sin la necesidad de usar bolsas de plástico y llevar el resto de compra. Incluso en pequeños comercios y mercados ha emergido la un nuevo estilo de compra de ir a la compra con el táper de casa.
- Evita el plástico en tu casa. Pequeños cambios de hábitos en la distribución y uso de productos y utensilios en nuestros hogares marcan la diferencia y puede que no hayas sido consciente. Sustituir la compra de agua en botellas de plástico por botellas de cristal, las pajitas de plástico por pajitas de papel o acero, prescindir de productos desechables, hacerse con un cepillo de dientes de madera… Plataformas como Vivir Sin Plástico, o SinPlástico pueden servirte como fuente de inspiración e incluso tienda para comenzar a cambiar de hábitos.
- Recicla. Parece un gesto sencillo y que lleva tiempo implementado en la sociedad y sin embargo no todo el mundo lo hace. Reciclar forma parte de la conocida Economía Circular mediante la cual se pretende cambiar los modelos de producción y consumo, y gracias al compromiso de todos, en 2018 se consiguió reciclar el 78,8% de los envases de plástico, latas y briks y los envases de papel y cartón.
- Utiliza medios de transporte sostenibles. La pereza que te lleva a coger el coche para trayectos cortos de manera prolongada implica grandes efectos en el medio ambiente. Según estadísticas de Fundación Aquae, un coche puede llegar a producir 590 kilos de CO2 cada 5.000 kilómetros, y en España la emisión de CO2 supone 5,8 toneladas métricas al año. Para poder contribuir a la reducción de estas cifras y esquivar la contaminación, se recomienda aumentar la frecuencia de uso de transporte público, como autobús, tren o metro o incluso bicicletas en los desplazamientos diarios.
- Reduce el consumo de agua y electricidad. Pequeños gestos y cambios de hábitos en cuanto al consumo de electricidad y agua no solo contribuyen a la mejora de la huella ecológica, sino que también tienen efecto sobre nuestros bolsillos. Para ahorrar electricidad, puedes empezar por cambiar tus bombillas por modelos de bajo consumo, desenchufar aparatos electrónicos que no estés utilizando o regular la calefacción en invierno.
Como puedes observar, las medidas que hemos ofrecido para reducir el impacto medioambiental en nuestro día a día, no resultan complicadas y podemos convertirlas en hábitos diarios mediante su adherencia en nuestra vida. Y recuerda que, para que todas estas acciones surjan efecto, deben ser aplicadas por un gran número de personas, por lo que no se trata solo de llevarlas a cabo, sino también servir como inspiración y ejemplo de conciencia social entre la gente que nos rodea.
Escribe un comentario
Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.