null Abordar la emergencia climática desde el sistema sanitario

Casi sin tiempo para establecer objetivos a largo plazo y tras la última Cumbre del Clima albergada en Madrid, la conclusión revelada es que el cambio climático es una amenaza real y actual. Revertir los efectos de la contaminación a nivel global es un reto que debe estar dirigido a toda la población, desde las autoridades gubernamentales, grandes multinacionales e incluso sectores como la sanidad, pero ¿de qué manera debe abordar el sistema sanitario la emergencia climática y medioambiental?

El sistema sanitario y sus profesionales juegan un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático desde dos perspectivas o responsabilidades: por un lado, desde el ámbito meramente sanitario y el rol que tienen a la hora de asistir, curar y prevenir enfermedades; y desde el punto de vista de responsabilidad medioambiental.

Emergencia climática y salud son dos términos que, desafortunadamente, van de la mano, puesto que las consecuencias de la contaminación y el cambio climático afectan cada vez a un mayor número de personas. Casi 9 millones de personas fallecen cada año (30.000 en España) a causa de la contaminación atmosférica, de las cuales entre el 40% y el 89% lo hacen por problemas cardiovasculares. La OMS considera la salud un pilar básico del acuerdo sobre el clima, puesto que son los profesionales sanitarios quienes tienen el deber de combatir las enfermedades que puedan surgir a raíz del cambio climático, como por ejemplo un empeoramiento de la calidad de alimentos, del aire y del agua, o la proliferación de patógenos y enfermedades. A pesar de que se haya identificado el valor de la medicina y la salud en términos de cambio climático, aún no ha adquirido el peso, ni financiación suficiente, puesto que “menos del 3% de las partidas del Fondo Verde del Clima son destinadas al sector salud”, según indica María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.

Pese a ello, los retos que deben afrontar los profesionales sanitarios a la hora de abordar la emergencia climática tienen que ver principalmente con la adaptación al contexto de emergencia climática actual, investigación, identificación y formación, asegurando así la capacidad diagnóstica y terapéutica de los cambios en las enfermedades y perfiles de pacientes.

La segunda perspectiva desde la cual el sector sanitario debe abordar la emergencia climática tiene que ver con su papel para evitar contribuir al calentamiento global, puesto que dicho sector es responsable del 4,5% de las emisiones contaminantes en España. En el ámbito sanitario se emplea un elevado número de materiales desechables y residuos altamente contaminantes, así como cadenas de suministros y distribución de productos y bienes que cuentan con un impacto negativo en el medioambiente. Para ponernos en situación, si las emisiones provenientes del sector sanitario fuesen de un país, sería el quinto país más contaminante del mundo.

Para abordar esta situación, es necesario un fuerte compromiso para la correcta gestión y tratamiento de los residuos sanitarios, así como de los bienes necesarios, reducir el consumo de agua en hospitales, implantar energías renovables y limpias… todos ellos, Objetivos del Desafío 2020 de la Salud por el Clima.

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