null ¿Por qué ha cambiado el IPC?

El pasado 15 de febrero, el INE hacía público el primer Índice de Precios al Consumo (IPC) en relación al año 2016. La implantación de las nuevas bases promulgaba una mejoría respecto a la representatividad de este factor de la economía, tratando de indicar los cambios dentro de todos aquellos productos que formaban la cesta de la compra, así como la renovación de las diferentes estructuras de ponderaciones.

Además, el Índice de Precios al Consumo respecto al año 2016 trae consigo una clasificación reciente europea de consumo, la cual se denomina ECOICOP (European Classification of Individual Consumption by Purpose). Esto proporciona un desglose mayor dentro de las franjas incluidas en el gasto que realizan las personas, permitiendo estructurar la información que normalmente se suele difundir.

Cambios en la cesta de la compra

La revisión de la cesta de la compra y el conjunto de los bienes y servicios seleccionados para realizar un seguimiento mensual de los precios conforman una de las maniobras más importantes dentro del diseño de los métodos en el Índice de Precios al Consumo.

Dependiendo del gasto que se cree en los hogares a la hora dehacer la cesta de la compra, existirá una selección de artículos determinados u otros, donde podemos destacar que la fuente que se usa de forma principal para hallar la información sobre el gasto es la EPF, es decir, la Encuesta de Presupuestos Familiares. Ésta se dirige a los hogares y llega a proporcionar toda la información necesaria detallada en relación al ahorro, así como a los gastos de los bienes y servicios y la estructura que posee su consumo.

Por tanto, dicho sistema de finanzas personales relacionados con la cesta, tratan de fijar una serie de bienes y servicios representativos del consumo, tachando todos aquellos que hayan perdido su prestigio dentro delos hogares y, por supuesto, añadiendo alguno que otro cuya importancia se encuentre en auge.

Adiós a bienes de escasa importancia

Este sistema puede llegar a servir también para facilitar una serie de ajustes en la cesta, suprimiendo bienes de poca importancia en aquellos sectores que poseen productos más representativos y variando porcentualmente la cantidad referente al precio sobre las cantidades a tener presentes de cada producto, dependiendo cómo varíen en cuanto al precio y las ponderaciones venideras.

Con todo ello, la precisión aumentará sin llegar a perder la representatividad comentada en la parte inicial del post. Teniendo claro que los cambios más importantes en la configuración de dicha cesta de consumo son la incorporación de los servicios interactivos relacionados con la música y el vídeo o los juegos de azar; entre otros tantos que también conforman una posición clave dentro de todo el proceso que se está llevando a cabo.

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