Los vemos en las calles, en anuncios y hasta en espacios públicos cerrados. Los cigarrillos electrónicos, también conocido como vapers, han alcanzado gran popularidad entre fumadores y exfumadores dada la falsa tendencia a creer que resulta una alternativa no dañina a los cigarrillos tradicionales. Esta creencia está fomentada por una publicidad que comenzó a vender los vapers como la herramienta más eficaz para dejar de fumar. Sin embargo, dichas afirmaciones distan mucho de la realidad, y es por ello que expertos, médicos y autoridades sanitarias y gubernamentales han comenzado a tomar medidas preventivas y divulgativas en torno a los efectos de estos cigarrillos. ¿Realmente sabes todo sobre los vapers?
Los cigarrillos electrónicos constan de una batería por la cual obtienen carga (de ahí que reciban este nombre) y un recipiente llamado atomizador que alojará el líquido que posteriormente es transformado en vapor. Es precisamente el hecho de aspirar vapor, junto al sabor de éste, la principal herramienta utilizada por las tabacaleras y las empresas encargadas de comercializar para venderlos como alternativa saludable al humo del tabaco. Si bien es cierto que el cigarrillo combustible expone al fumador a una mayor cantidad de toxinas, los vapeadores conllevan una serie de consecuencias negativas para la salud.
Según estudios, el vapor es capaz de alterar las células que eliminan partículas de polvo y bacterias de nuestros pulmones. Además, expertos como Esteve Fernández, colaborador de la Organización Mundial de la Salud para el Control de Tabaco, han indicado que los vapeadores están directamente relacionados con enfermedades cardiopulmonares y cáncer debido a partículas que inflaman los pulmones.
Otra característica de los cigarrillos electrónicos compartida con el tabaco convencional, se encuentra en la nicotina. Lejos de ser una alternativa saludable o herramienta para dejar de fumar, los vapers contienen esta sustancia que, no solo genera adicción y una estimulación del sistema nervioso, sino que también aumentan la presencia de enzimas proteasas, responsables de dañar pequeñas estructuras de los pulmones que nos permiten respirar con normalidad. Francisco Rodríguez, presidente de la Red Europea para el Fin del Tabaco, añade que los cigarrillos electrónicos suponen a las empresas tabacaleras una estrategia para continuar con el negocio de la adicción a la nicotina.
Como podemos observar, los vapers no resultan una alternativa menos nociva a los cigarros, ni se postulan como una opción para dejar de fumar. Más bien suponen una amenaza actual y real, según la Organización Mundial de la Salud. Además, el olor del vapor puede llegar a generar una predisposición a consumir dichos aparatos y, como consecuencia, derivar en el consumo de tabaco. Y es que cualquier forma de fumar resulta altamente peligrosa para nuestra salud, por lo que, desde En Confianza, te animamos a dejar este hábito y disfrutar de múltiples beneficios para la salud y la economía
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