Tener la oficina en tu misma residencia puede tener grandes ventajas, pero también inconvenientes. A pesar de la soledad y la facilidad para distraerse, tus amigos y familiares solo pensarán en lo afortunado que eres si trabajas desde casa por la comodidad que ofrece o porque te estarás ahorrando un dinero. Incluso si estás pensando en hacerte autónomo y quieres saber si te merece la pena trabajar desde tu residencia habitual, aquí te ofreceremos algunos consejos para conciliar vida personal y profesional.
Beneficios y desventajas de trabajar desde casa
Si eres (o pretender ser) autónomo, sin duda, la mayor ventaja será el ahorro del alquiler. Si tu profesión te permite trabajar con una conexión a internet y un ordenador, sin necesidad de tener una oficina o local abierto al público, te estarás ahorrando una cantidad mensual de dinero muy valiosa para hacer realidad tus sueños. Es importante que lo valores, sobre todo, al inicio cuando estés pensando en cómo ahorrar dinero para emprender tu propio negocio.
Otros de los beneficios de trabajar desde tu propia casa que te harán ser la envidia de tus amigos y conocidos serán la comodidad y el ahorro de tiempo en desplazamientos, la mayor flexibilidad en cuanto a horarios que te ofrece y la posibilidad de compaginar (en principio de forma más fácil) tus responsabilidades profesionales como las personales, por ejemplo en caso de tener hijos o familiares a tu cargo.
En el lado más amargo de la moneda, la mayor desventaja será la soledad como nueva compañera de la rutina, al no contar con una oficina o local donde estés en relación con otras personas. Si estás acostumbrado a trabajar en solitario, también puede ser una complicación de cara a reuniones de trabajo con clientes o con otros colaboradores, puesto que tendrás tu empatía menos desarrollada.
Además es posible que pienses que trabajar desde casa aumentará tu productividad. Pero lo cierto es que esta afirmación, no solo puede ser errónea, sino que puede llevarse al extremo opuesto. Hacer del lugar donde vives tu oficina quizá aumente el número de distracciones: paseos al frigorífico, la necesidad de cocinar o hacer las tareas del hogar, la televisión…
Consejos para mantener la motivación cuando trabajas desde casa
La forma de afrontar tu día a día será fundamental para mantener la motivación, sobre todo en los momentos más difíciles de tu trabajo o cuando atravieses una pequeña crisis. Ser tu propio jefe no será un camino fácil, así que plantéatelo como un verdadero reto a superar, donde todo depende de ti.
- Cuando sientas la necesidad de dejarlo, recuérdate por qué empezaste a trabajar desde casa, cuál era tu sueño con ese negocio o por qué optaste por esta modalidad.
- Es importante establecer una rutina y unos horarios de trabajo: procura que sea similar a un trabajador de cuenta ajena (8 horas diarias con su descanso para la comida).
- Crea tu lista de tareas y aléjate de la procastinación. De esta forma sabrás qué tienes por hacer durante el día, estableciendo una aproximación del tiempo que te llevará cada tarea. También es recomendable organizarte y comenzar con las labores que menos te gusten o más te cuesten.
- Evitar las distracciones: teléfono móvil, televisión, tareas domésticas… Intenta mantener la concentración creando un espacio de trabajo óptimo, separado de tu “día a día”. Es decir, no trabajes desde la cama o desde el lugar de la mesa donde sueles sentarte a comer. También es recomendable que te vistas para trabajar y que no lo hagas en pijama.
- Cuida tu alimentación, intenta que sea lo más equilibrada y saludable posible y evita abusar de refrescos y azúcares. Además, hacer ejercicio en el gimnasio o en el parque te ayudará para desconectar.
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