El plan de pensiones es un instrumento muy útil para poder asegurar unos ingresos en el momento de la jubilación. Ya sea porque la pensión que te provee el sistema público es insuficiente o bien porque quieres complementar esa parte con su plan privado de pensiones para aumentar el ahorro. Muchas personas llevan años aportando parte de sus ingresos a este plan.
Sin embargo, cuando llega el momento de la jubilación surge una pregunta: ¿qué hago ahora con mi plan de pensiones? Sin duda, aunque es un respaldo ante la llegada de la jubilación, también tiene importantes implicaciones fiscales a la hora de tomar la decisión sobre qué hacer con ese dinero. Por el hecho de jubilarte no tienes la obligación de empezar a cobrar tu plan de pensiones privado si tu economía te lo permite. Es posible que sigas aportando a tu plan de pensiones, pero con una condición, no podrás beneficiarte de la prestación, serán tus herederos quienes lo hagan.
¿Qué opciones tengo cuando me jubile?
Una vez que has llegado a la jubilación tienes las siguientes opciones:
No cobrar tu plan de pensiones. Si tus finanzas están saneadas y no es una necesidad puede optar por aplazar el cobro hasta el momento en que consideres que necesitas contar con ese ahorro. Deberás hacerlo siempre teniendo en cuenta las implicaciones fiscales de cobrarlo o no cobrarlo en el momento de la jubilación.
Cobrar una parte para complementar la pensión pública. En este caso puedes establecer un importe mensual o renta que te ayude a completar los ingresos por jubilación pública y así poder hacer frente a imprevistos.
Cobrar una cantidad determinada. Es posible que necesite cobrar una parte de ese importe para gastos y necesidades puntuales y el resto dejarlo a modo de renta.
Cobrar la totalidad. Si necesitas rescatar el importe íntegro de tu plan de pensiones privado ten en cuenta que las rentas recibidas a efectos de impuestos se consideran rendimientos del trabajo. Por tanto, si la cantidad que cobras es elevada esto tendrá una repercusión directa sobre los impuestos a abonar.
Conclusión
Queda claro que el plan de pensiones privado es una fórmula idónea para asegurarnos de que tendremos unos ingresos en el futuro y cuando más falta nos hagan. Tenemos libertad para decidir qué hacer con ese dinero. Sin embargo, es importante que estés bien asesorado por expertos sobre las implicaciones fiscales que tiene para tu economía tomar una decisión u otra.
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