Necesidad de encontrar más horas al día, jornadas de trabajo eternas, tiempo escaso para dedicar a la familia, e incluso para uno mismo… la falta de conciliación es un problema real en la sociedad actual que afecta a gran parte de la población en activo y que puede tener consecuencias negativas a corto y largo plazo en quienes lo sufren. Exploramos las principales dificultades que supone no poder encontrar un equilibrio en la vida laboral, familiar y personal.
Podemos definir y concebir la conciliación en la esfera profesional, familiar y personal, como la búsqueda del equilibrio en cada uno de los ámbitos de la vida de las personas. Todas estas parcelas suponen desafíos diarios y requieren dedicación, por lo que verse incapacitado para equilibrar y conciliar con las demandas de cada apartado puede derivar en consecuencias negativas para la salud, tal y como indica este artículo de Infosalus. Los datos del estudio compartido en el artículo mencionado sobre la Encuesta Europea de Condiciones de Trabajo reflejan que los hombres y mujeres del sur de Europa, entre los que se encuentran los españoles, son algunos de los que menos reportaron un correcto equilibrio entre el ámbito laboral y personal. Por otro lado, una encuesta llevada a cabo por Adecco en 2019 a 1.000 trabajadores en activo en España demuestra que 2 de cada 3 tienen problemas para conciliar su jornada laboral y su vida familiar y/o personal, con más frecuencia de lo que les gustaría.
La conciliación laboral y familiar van de la mano, puesto que los efectos de cada una están directamente relacionados entre ellas. Pese a que, con el paso del tiempo, se esté adoptando un mayor número de medidas para que los trabajadores puedan conciliar la vida laboral con la familiar, como por ejemplo la flexibilidad horaria, el teletrabajo, jornadas intensivas, o disponer de días libres de asuntos propios, los problemas para encontrar equilibrio entre la jornada laboral y la vida familiar continúan recayendo en las mujeres: el estudio realizado por Adecco refleja que el 95% de los trabajadores que cuentan con una jornada laboral parcial con el fin de atender a la familia, son mujeres.
La principal consecuencia de la falta de conciliación en la salud es el estrés que sufre el 71% de los españoles. A medida que se dedica más tiempo a una actividad, se dispone de menos para atender a la otra, y eso genera un estado de ansiedad que puede acabar convirtiéndose en algo crónico, o desembocando en el síndrome burnout. Además, existen otros factores presentes en el entorno laboral reconocidos por al Organización Mundial de la Salud que, unidos a una falta de equilibrio entre el ámbito familiar y profesional pueden derivar en depresión.
Además, no ser capaces de conciliar la vida laboral, familiar y personal, puede derivar en problemas para dormir y un empeoramiento de la higiene del sueño, algo que acaba agrandando la falta de equilibrio, y provocando una disminución de la concentración y un considerable aumento del cansancio físico y mental debido a la falta de descanso.
Para evitar caer en los problemas de la falta de conciliación, podemos seguir una serie de consejos para aplicarlos en el día a día:
- Busca una mayor flexibilidad laboral, y en caso ser posible, adapta los horarios de trabajo a tus circunstancias personales y familiares. Si consigues adaptar la jornada laboral, es importante adherirse al horario, para poder aprovechar el resto de día.
- Encuentra momentos para ti. Dedicarse tiempo de relax, experiencias, ocio o simplemente desconexión debe ser concebido como esencial con mayor frecuencia. Además, debes aprender a diferenciar el tiempo dedicado a cada apartado y delimitar las actividades.
- Divide y vencerás. En caso de vivir en pareja, y/o tener hijos que cuidar, es imprescindible repartir las tareas y obligaciones a través de horarios diarios y semanales, para que la carga no recaiga únicamente en uno de los miembros del núcleo familiar.
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