A pesar de que la población española es cada vez más consciente de la insostenibilidad del sistema público de pensiones, el ahorro para la jubilación está más que lejos de ser suficiente para el futuro de la sociedad. Inverco, en su informe anual “Las instituciones de Inversión Colectiva y los Fondos de Pensiones”, ofrece una panorámica mundial y en el propio ámbito español de estos instrumentos, en la que queda patente que estamos entre los países que menos se esfuerzan en complementar su futura pensión.
De este modo, atendiendo a los datos de la OCDE recogidos en este estudio, España estaría en el puesto 19 de 29 por patrimonio de fondos de pensiones sobre el PIB, con un 9,5% por debajo de países como México (14,5%), Corea (10,9%) o Portugal (10,2%). La media ponderada del conjunto de la OCDE asciende al 56,1% del PIB, lo que pone de manifiesto lo lejos que nos situamos.
En contraposición, existen cinco estados en los que este ahorro gestionado supera su propia economía: se trata de Países Bajos (182,5%), Islandia (151,9%), Suiza (147,8%), Australia (120,4%) y Reino Unido (105,5%).
Lógicamente, estas diferencias vienen determinadas por el dispar volumen de aportaciones anuales a los planes de pensiones de cada estado. En el caso de España, entre 2012 y 2017 se ha mantenido en el 0,4% del PIB, mientras que en países como Suiza o Australia se sitúan entorno al 8%.
Tasa de sustitución o de reemplazo
El informe hace alusión a la advertencia de la Comisión Europea sobre la tasa de sustitución, es decir, el porcentaje del último salario que representa la pensión pública. “España, con la mayor tasa de sustitución pública en la actualidad, experimentará un descenso gradual hasta situarse en el entorno del 49% en 2050, lo que supondrá un retroceso de casi 30 puntos porcentuales”. Más pérdida de poder adquisitivo, teniendo en cuenta que, según datos de la CE, en 2016 ese porcentaje rozaba el 79%.
Por otro lado, según el estudio Pensions at a Glance, de la OCDE, la media de los países que forman parte de ella se sitúa en el 57,6%, con un 41,3% procedente del ámbito público y un 16,3% del privado. España es uno de los escasos países cuyas pensiones se sustentan exclusivamente en el sistema público, y gozando de la tasa de sustitución más alta de todos ellos.
¿Es esta una buena noticia? Temporal y aparentemente, sí. Pero en realidad supone el ahogamiento del sistema y la insostenibilidad creciente a medida que hay más pensionistas y menos cotizantes, hasta que lleguemos a esa reducción drástica por la que, según apunta el informe, la pensión ascienda a menos de la mitad del salario en unas décadas. De este modo, se refuerza la necesidad de comenzar a ahorrar para complementar la prestación pública del futuro.
2018: más prestaciones que aportaciones
Durante el pasado ejercicio, las aportaciones brutas a planes de pensiones ascendieron, según Inverco, a 4.883 millones de euros en España, mientras que las prestaciones brutas fueron de 5.086 millones. Contextualizando, la nómina mensual de las pensiones supera los 9.000 millones de euros, lo que pone de manifestó la insuficiencia del ahorro privado para la jubilación en nuestro país.
Al entrar al detalle, el estudio vuelve al año 2017 en lo que respecta a aportaciones, y afirma que durante ese año casi el 67% de los partícipes de planes de pensiones se abstuvo de realizar aportación alguna. Por el contrario, el 40% de los que sí aportaron lo hizo con más de 900 euros.
Sistemas de reparto o de capitalización
Es necesario señalar que la elevada tasa de sustitución de carácter público en España responde a que hablamos de un sistema exclusivamente de reparto: las prestaciones provienen de las contribuciones de los trabajadores del momento, más allá de la necesidad de recurso continuo de los últimos años a la denominada hucha de pensiones. La mayoría de los países de la OCDE cuentan con un sistema de capitalización (con una amplia predominancia del ahorro privado obligatorio) o mixto, de capitalización y reparto.
En el gráfico se muestran los países que cuentan con la tasa de sustitución más alta de cada sistema: España, en el caso del sistema de reparto; Holanda (capitalización), con una tasa del 90,5%, procediendo el 63,4% del sistema privado obligatorio; y EEUU (mixto), con un 57,8% de tasa de sustitución, un 32,6% procedente del sistema privado voluntario.
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