Mar, naturaleza más silvestre o turismo por la ciudad. Son planes que puedes realizar estos días de verano y aptos para toda la familia. Además, en todos los escenarios tendrás un fiel acompañante: el sol.
Fuente de vitamina D, aumenta nuestras defensas, mejora el aspecto de la piel, equilibra el colesterol y ahuyenta la depresión. Son muchos los beneficios, pero también existen riesgos para nuestra salud. El más temido es el cáncer de piel, una enfermedad que avanza en nuestro país con el doble de casos que hace 30 años.
Bebés y niños, adolescentes, adultos o personas mayores; toda la familia debe protegerse frente al sol para aprovechar sus ventajas y sin sufrir ningún peligro. En todos los casos se recomienda no exponerse en las horas de calor más fuerte, es decir, entre las 12.00 y las 18.00h.
Cuidados esenciales para proteger del sol a bebés y niños
Los más pequeños de la casa son los que peor lo pasarán en los días más calurosos del verano. Con ellos debemos de extremar las precauciones ya que su piel es más frágil e inmadura que la de los adultos.
- No exponer directamente al sol a menores de cuatro años. La sombra será la mejor aliada de tu pequeño para protegerlo de los rayos solares.
- En cuanto al vestuario, el armario debe estar lleno de ropa holgada, de algodón y colores claros. Los accesorios como las gorras y los sombreros también serán fundamentales.
- Protege sus ojos de las radiaciones solares con gafas homologadas cuyos cristales filtren los rayos UVA y UVB.
- Para evitar la deshidratación, dale líquido frecuentemente a tu bebé, incluso cuando no te lo pida. Y recuerda: preferiblemente agua.
- Por supuesto es fundamental una buena crema de protección solar, adecuada a la edad del bebé o del niño. Igualmente, será indispensable una buena aplicación de la misma, incidiendo en las partes más sensibles como la nariz, la nuca o las orejas. Las cremas deben ser resistentes al agua, deben aplicarse 30 minutos antes de la exposición al sol y tendrás que incidir y educar en la importancia de volver a echarse crema cada dos o tres horas.
La educación, fundamental para adolescentes concienciados
Son el grupo de la familia más “rebelde”. La educación será nuestra mejor baza, y si incidimos en ella desde niños, mejor. En esta época es frecuente creer en el falso mito de “si no me echo crema, el bronceado será más rápido”. La menor de las consecuencias será una piel quemada, pero a largo plazo podrían sufrir otras desventajas mucho peores.
Personas mayores: precauciones más allá del sol
Es el grupo más vulnerable a sufrir golpes de calor y debes estar preparado para saber reconocer los síntomas. Además, nuestros consejos para proteger a este grupo no solo se centran en la piel, sino también en la alimentación y la hidratación.
- En cuanto a la dieta de verano, se recomienda que esta sea ligera, fácil de digerir y rica en vitaminas y proteínas con un alto consumo de frutas de temporada, ensaladas o gelatinas.
- En este caso el mejor aliado será una botella de agua. Es fundamental que siempre salgan con una y que regularmente beban agua aunque no tengan sed.
- Respecto a la protección de los rayos solares, la piel de los mayores es la más sufrida. Además del uso correcto de cremas, debemos prestar especial atención a alteraciones en la misma como pecas o manchas.
- Su vestuario también debe ser holgado y de colores claros, haciendo uso igualmente de gafas de sol y accesorios como los sombreros para protegerse del sol.
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