Algo tan sencillo como tratar de pasar menos tiempo sentados y llevar una vida más activa puede traernos grandes beneficios de salud y ayudarnos a prevenir una gran cantidad de enfermedades. No se trata de empezar a hacer deporte (algo por otra parte recomendable), sino de acomodar distintas actividades físicas en nuestra rutina diaria y en nuestro modo de vida.
Lo primero que tenemos que comprender es que el cuerpo humano está hecho para la actividad. Nuestros antepasados buscaban su sustento a diario y estaban en constante movimiento. Nuestra espalda, articulaciones, corazón y musculatura están diseñados para el movimiento. Si no les damos un mínimo de actividad, se atrofian y aparecen las lesiones y enfermedades. Hasta tal punto, que los médicos ya hablan de la “enfermedad del sedentarismo”
Algunos datos, constantemente confirmados por los investigadores arrojan lo siguiente:
- La mortandad femenina se dispara un 37% y la masculina un 18% para quienes pasan más de seis horas al día sentados.
- La musculatura en reposo reduce la producción de las proteínas destinadas a descomponer la grasa. Esto deriva en que hay un 64% más de probabilidad de morir por una enfermedad cardíaca de quienes ven la tele (sentados) más de tres horas diarias, junto a la posibilidad de ganar más peso del recomendable.
- El sedentarismo está asociado a un incremento de los casos de cáncer de mama, colon y endometrio en mujeres y de próstata en hombres. También a la depresión y a una bajada en la calidad del esperma.
¿Qué hacer? Los expertos recomiendan realizar un mínimo de 160 minutos< de actividad aeróbica moderada y ejercicios de fortalecimiento de los grupos de músculos principales cada semana. Se pueden distribuir en caminatas vigorosas de media hora durante los días de trabajo, combinándolos con un mínimo de ejercicio que trabaje los grupos de músculos principales: piernas, cadera, espalda, abdominales, pecho, hombros y brazos. Esto último se puede lograr con una suave rutina de pesas en casa.
Introducir un mínimo de rutina física en nuestra vida nos garantiza un mayor calidad de vida. A fin de cuentas, sólo tenemos un cuerpo y nos va a hacer falta toda la vida
Más información | El Mundo
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