El número de personas diabéticas aumentará hasta los 522 millones estimados en el año 2030. Con esto, será difícil que cada familia no tenga un miembro que padezca diabetes. Bajo el lema ‘La diabetes concierne a cada familia’, desde la Fundación Internacional de la Diabetes, se han propuesto visibilizar hoy, Día Mundial de la Diabetes, la educación sobre la misma y cómo podemos identificar los principales síntomas de esta dolencia.
El estimado de afectados por esta enfermedad crónica prácticamente se ha quintuplicado en cinco décadas. El primer Informe mundial sobre la diabetes, publicado en 2016 por la OMS, calculaba cerca de 108 millones de personas afectadas en 1980. Además de poner en relieve la escalabilidad del problema, trataba una serie de medidas a llevar a cabo por los países para reducir las consecuencias.
Tipos de diabetes
Antes de explicar los síntomas para reconocer si una persona padece diabetes, tenemos que comprender que existen tres tipos de esta enfermedad, cada una con sus particularidades:
- Diabetes tipo 1: se presenta de forma brusca y no depende de antecedentes familiares.
- Diabetes tipo 2: surge en la edad adulta, más en personas de avanzada edad y es el tipo de diabetes más frecuente. Su principal causa es la obesidad.
- Diabetes gestacional: se da durante el embarazo y suele desaparecer tras él, aunque las mujeres tienen un mayor riesgo a desarrollar diabetes tipo 2 a lo largo de su vida.
¿Cómo identificar si padezco diabetes?
Mientras que la diabetes tipo 2 es más silenciosa (una persona puede no presentar síntomas y desarrollarla durante años sin darse cuenta), la tipo 1 es más repentina y acompañada de una sintomatología más clara. Además, también dependerá de los niveles de glucosa (azúcar) en sangre: a glucemias más elevadas, más fácil de detectar. Estos son algunos de los síntomas por los que se puede detectar la enfermedad:
- Orinar con mayor frecuencia y en mayor cantidad. El motivo es que los riñones tratan de eliminar el exceso de glucosa en sangre.
- Tener más sed, como respuesta a la pérdida de líquidos anterior.
- Tener más hambre, ya que nuestro organismo no aprovecha el azúcar acumulado en sangre que las células usan como energía. Para compensar esta falta de energía, el cerebro “solicita” al cuerpo más alimentos.
- A pesar de comer más, un adulto con diabetes puede adelgazar de 5 a 10 kilos en varios meses. Esta pérdida de peso se debe al consumo, como energía, de las reservas de grasa y proteínas de los músculos.
- Sensación de fatiga o cansancio durante el día. De forma común a todos los tipos de diabetes, las personas se sienten más cansadas de lo habitual, además de sufrir somnolencia e incluso mostrarse irritables en su estado anímico.
- Cambios de humor repentinos. Además de la irritabilidad con motivo del cansancio, grandes cantidades de glucosa en sangre provocan unos cambios de humor que, aunque tú no los identifiques directamente, sí que los percibirán tus familiares y amigos más cercanos.
- Problemas de visión. Unos altos niveles de azúcar provocan una pérdida de agudeza visual y, si se trata de unos niveles repetitivos y sin controlar, puede afectar a la retina con una ceguera o daños más graves.
- Dolor de estómago, vómito o náuseas. Se trata de una señal de alerta para personas que padecen diabetes tipo 1 pero que todavía no han sido diagnosticadas o tratadas.
- Problemas en la cicatrización de la piel al hacernos heridas. También pueden presentarse llagas en la boca, que aparecen de forma constante y tardan en curarse.
- Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies como síntoma típico de la diabetes tipo 2.
Frente a cualquiera de estos síntomas, además de los controles rutinarios de forma anual, lo recomendable es acudir a un centro médico para medir el nivel de glucosa en sangre.
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