Más de 1,35 millones de personas fallecen víctimas de accidentes de tráfico en el mundo. Como reconocimiento y para que sirva de reflexión, desde el año 2006 el tercer domingo del mes de noviembre se celebra el Día Mundial en recuerdo de las víctimas de los accidentes de tránsito. En especial, este Día busca sensibilizar a la sociedad de que gran parte de estas muertes pueden prevenirse si se toma conciencia de los factores de riesgo como el alcohol, las velocidades excesivas o, un factor en crecimiento durante los últimos años, el uso del teléfono móvil al volante.
En 1989 se produjo el pico de mortalidad por accidente de tráfico en España con 9.344 fallecidos. A partir de ese año, se puso fin a una progresión en el número de fallecidos que no cesaba de aumentar desde la década de los 60. A través de distintas campañas de concienciación a la ciudadanía, la cifra disminuyó de manera acusada hasta alcanzar el mínimo de la serie histórica en 2013 con 1.680 fallecidos. Sin embargo, desde entonces, la cifra ha aumentado ligeramente hasta las 1.830 muertes registradas en 2017.
La evolución de las cifras de fallecidos por accidentes de tráfico, extraída del Anuario Estadístico 2017 de la Dirección General de Tráfico, nos muestran, indiscutiblemente, la importancia de la concienciación en este aspecto. Nadie duda, por otro lado, de que los avances en la tecnología de los vehículos nos hayan permitido alcanzar las cifras que tenemos actualmente. Pero tampoco podemos despreciar que desde el auge de los teléfonos móviles, en especial los smartphones, esta cifra ha aumentado ligeramente.
Según el estudio “Smartphones: el impacto de la adicción al móvil en los accidentes de tráfico”, realizado por la Fundación Línea Directa, el uso y las distracciones causadas por estos dispositivos electrónicos son una de las principales causas de mortalidad al volante. Los móviles han entrado así a compartir el ranking con otros factores clásicos como el consumo de alcohol y la velocidad inadecuada o exceso de velocidad.
En total, se estima que el 20% de los fallecidos por accidentes de tráficos se debe a la distracción con el móvil: 390 muertos al año. Además, el mismo estudio calcula que cerca de 8.000 accidentes de tráfico son causados por el uso indebido del teléfono móvil.
Tal y como comparábamos anteriormente, las distracciones por estos dispositivos ya superan otras causas clásicas. Según de las principales cifras de siniestralidad de la DGT de 2017, el 33% de los accidentes mortales son provocados por conducción distraída o desatenta. En segundo lugar del ranking estaría la velocidad inadecuada, causando el 29% de los accidentes. Finalmente, el alcohol sería el responsable del 26% de los fallecimientos.
Prácticamente todas las personas encuestadas en el VI Informe de Distracciones, elaborado por BP, Castrol y RACE, asumen que existe el riesgo de tener un accidente de tráfico por el uso del móvil. No obstante, es paradójico, por ejemplo, que 1 de cada 3 personas encuestadas reconozca utilizar el móvil asiduamente mientras conduce, haciendo un uso que no está permitido por la ley. Sobre aquello que realiza el conductor con el teléfono tenemos la siguiente clasificación:
- El 25% de los encuestados reconoce manipular el GPS del teléfono móvil con asiduidad, mientras que el 51% asume haber realizado esta actividad en alguna ocasión.
- El 19% envía o lee WhatsApp con asiduidad; el 35% ha realizado esta actividad.
- El 14% ha respondido a llamadas telefónicas sin manos libres asiduamente; el 25% en alguna ocasión.
- El 13% ha enviado o leído un correo electrónico con asiduidad mientras conduce; el 18% reconoce haberlo hecho alguna vez.
- Hacer fotografías o vídeos y hacer uso de las redes sociales son otras dos actividades que provocan distracciones y que en ambos casos obtienen el mismo porcentaje del 12% de los encuestados.
Tampoco contribuyen los familiares y amigos de los conductores a que estos no utilicen el teléfono móvil al volante. Este mismo informe realiza una pregunta determinante para averiguarlo a sus encuestados: ¿con qué frecuencia realizas llamadas o envías mensajes a personas que, en ese momento, sabes que están conduciendo? Una de cada tres personas reconoce hacerlo muy a menudo.
Normas generales de conducción y el uso del teléfono móvil
Para saber qué es lo que dicta la Ley debemos acudir al Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. En esta misma, nos dirigimos al artículo 13 “Normas generales de conductor”, concretamente al tercer punto:
«Queda prohibido conducir utilizando cualquier tipo de casco de audio o auricular conectado a aparatos receptores o reproductores de sonido u otros dispositivos que disminuyan la atención permanente a la conducción, excepto durante la realización de las pruebas de aptitud en circuito abierto para la obtención del permiso de conducción en los términos que reglamentariamente se determine.
Se prohíbe la utilización durante la conducción de dispositivos de telefonía móvil, navegadores o cualquier otro medio o sistema de comunicación, excepto cuando el desarrollo de la comunicación tenga lugar sin emplear las manos ni usar cascos, auriculares o instrumentos similares. »
Además, el último párrafo de este apartado hace referencia a futuros “avances de la tecnología”. Así pues la Ley asume que puede incorporar otras prohibiciones de dispositivos que disminuyan la atención a la conducción.
En cuanto a sanciones, debemos saber que la Ley considera estas infracciones como graves. Por ello, el uso indebido de los dispositivos móviles se multa con 200 euros y la pérdida de tres puntos del carné. No obstante, todas las campañas y recomendaciones van más allá de las sanciones económicas de la DGT ya que, como ha quedado demostrado, es nuestra seguridad la que está en juego.
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