null ¿Qué nos enseñó la mítica serie 'Farmacia de Guardia'?

Como cada 25 de septiembre la población rinde homenaje a todos los farmacéuticos y farmacéuticas del mundo a través del Día Mundial del Farmacéutico, una fecha que busca el reconocimiento que merece el sector de la Farmacia para proteger y mejorar la salud de las personas. Echando la vista hacia atrás, los más nostálgicos recuerdan con una sonrisa la histórica serie ‘Farmacia de Guardia’ que nos acompañó a lo largo de los años 90 y que demostró los principales valores de la Farmacia presentes aún hoy en día.

La campaña creada y estrenada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos el pasado mes de julio, “Siempre de Guardia”, ha supuesto todo un “throwback” para los fieles fans de la serie que concluyó en 1995. La campaña, diseñada con el fin de rendir homenaje a todos los farmacéuticos y su labor desempeñada durante la pandemia, cuenta como imagen principal con Miguel Ángel Garzón (Quique), uno de los actores más entrañables de la serie Farmacia de Guardia. En ella podemos observar reminiscencias de los escenarios empleados en la serie, y se hace referencia a algunos de los valores de la farmacia y la importancia con la que cuentan las más de 22.000 farmacias y todos los farmacéuticos para la vida diaria de los ciudadanos.

Uno de los principales valores y enseñanzas que la serie Farmacia de Guardia supo trasladarnos es el estar siempre de guardia y disponibles para la población. La función y dedicación de los farmacéuticos y farmacéuticas para dar respuesta a los problemas y preocupación de la gente avalan su importancia entre la sociedad, incluso en los momentos más complicados. Así quedó demostrado durante los meses más difíciles originados a raíz de la pandemia, prestando asistencia a más de 30 millones de personas durante el primer mes de confinamiento. Incluso la farmacia logra estar siempre de guardia para atender a los más vulnerables, fomentando iniciativas que permitan evitar desplazamientos entre las personas mayores, como ocurrió durante marzo y abril.

Otra de las lecciones que siempre quedarán en nosotros es la capacidad que tienen los farmacéuticos para atender, prestar atención, escuchar historias personales, aconsejar y empatizar con la población para ofrecerles una solución. Un valor que viene de lejos y que ha sido puesto de relieve durante los últimos meses, en los que se ha demostrado el potencial asistencial y social de las farmacias. A través de la serie Farmacia de Guardia fuimos capaces de sentirnos identificados con la farmacia del barrio, la de toda la vida, aquella que siempre ha estado ahí para prestarnos su apoyo y donde se crea un vínculo imprescindible para superar adversidades.

Por último, no debemos olvidar el papel de la farmacia como divulgadores sanitarios. Los farmacéuticos y farmacéuticas son capaces de enseñarnos y difundir información precisa para la prevención de enfermedades y el autocuidado. Suponen un canal intermediario ente el médico y el paciente que ofrece orientación y cultura sanitaria, así como la promoción de una medicación responsable.

En este Día Mundial del Farmacéutico, aprovechamos para dar las gracias a todos y cada uno de los farmacéuticos y farmacéuticas que nos proporcionan todo de sí mismos y de los que estamos completamente orgullosos de acompañar.

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