La llamada revolución digital ha traído consigo nuevos modelos de negocio que, hace unos años, eran impensables. No obstante, hoy en día estamos inmersos en ellos y no somos realmente conscientes de la velocidad con la que cambian. Los micropagos o los pagos por consumo, junto con los de suscripción o streaming en plataformas de vídeo y cine como Netflix o HBO, o de música como Spotify o iTunes ha alternado nuestra forma de entender la televisión, el cine y, de forma más general, el entretenimiento. El crowdfunding, también llamado micromecenazgo, ha supuesto una nueva forma de financiar proyectos o servicios. Y prácticamente hoy compramos más a través del ecommerce, negocios que venden productos de una punta del mundo a clientes del rincón contrario.
No obstante, la conocida como Tercera Revolución Industrial no solo ofrece nuevas alternativas en los modelos negocio, sino que también ha revolucionado modelos o sectores más tradicionales. En el ámbito sanitario, el término eHealth engloba la inclusión de la tecnología y sus procesos, el Big Data, la robotización o la Inteligencia Artificial aplicada al campo sanitario con el propósito de optimizar las decisiones clínicas y mejorar la salud del paciente. Gracias a ello, cada día nos encontramos con nuevas noticias sobre la introducción de nanorobots en las operaciones, la telemedicina o cómo la Inteligencia Artificial puede ayudarnos a prevenir ciertas enfermedades.
Pero esta aplicación de la innovación, la investigación y, en definitiva, la tecnología también la encontramos en algo tan característico de los profesionales sanitarios como son sus uniformes. Si bien la industria textil también se ha visto envuelta en una revolución en nuestro día a día, con tejidos transpirables o con la llamada wearable technology, ha sido en ciertas profesiones como la sanitaria donde más se ha desarrollado a favor de la higiene, la seguridad y la durabilidad. Estos cambios, de los que hablaremos a continuación, son perfectamente apreciables en cualquier catálogo de uniformes como el que nos ofrece Textil-R.
El uniforme laboral, característico de profesionales sanitarios
Al realizar la reflexión de profesiones más reconocidas que hagan uso de uniforme, sin duda, los profesionales sanitarios comparten nuestro imaginario social junto con bomberos, policías, cocineros o azafatos. Pero, ¿de dónde surgen?
Según un artículo de La Vanguardia con Daniel Louzao, el profesor de la Escuela Superior de Sieño y Moda Felicidad Dulce, encontramos ciertos uniformes en la historia como el kaunake o el traje persa.
Sin embargo, para encontrar el auge del uniforme aplicado a los profesionales continuamos hablando de revoluciones, pero, en esta ocasión, nos remontamos hasta la I Revolución Industrial. Ante las nuevas necesidades con carácter urbano, industrializado y mecanizado, se respondió con una indumentaria más funcional, sin importar el aspecto estético.
A raíz de la década de los 80 y los 90, los uniformes no solo debían cumplir con la representación de ciertos valores al formar parte de una profesión concreta, sino también ofrecer un mejor cuidado a sus empleados. Factores como la higiene o la seguridad tomaron relevancia para crear uniformes de mayor calidad.
Historia del uniforme sanitario
Por ejemplo, si tomamos como referencia la enfermería nos tenemos que trasladar hasta el siglo XIX y los hábitos que utilizaban las religiosas para cuidar a los enfermos durante la guerra. A raíz de la Guerra de Crimea se popularizará, entre otros, el uniforme de Cruz Roja tan característico: un delantal blanco con el logo, la cofia y la blusa azul debajo. Como veníamos anteriormente, es durante los años 80-90 cuando los uniformes de enfermería optaron por la comodidad y comenzamos a ver juegos de pantalones y chaquetas blancas.
Otra de las características de los profesionales sanitarios es la bata blanca que utilizan. Su historia se monta también al siglo XIX. Entonces, se trataba de una prenda que definía a los científicos, por lo que, queriendo trasladar esa ciencia a la medicina, se trasladó también la prenda a los profesionales sanitarios.
La tecnología aplicada a los uniformes
Durante los últimos años la industria textil presenta mayores posibilidades y funcionalidades. En cierta parte, uno de los motivos es la preocupación por el empleado, poniéndolo en el centro de atención. ¿Imaginamos ahora cómo sería un pantalón de enfermería sin uno de sus útiles bolsillos?
Otras novedades en los uniformes sanitarios responden únicamente a la aplicación de la tecnología y la innovación en sus tejidos. Son los llamados “textiles inteligentes”, los cuales tienen costes de producción más elevados, por lo que, habitualmente, no los encontramos en nuestras indumentarias para el día a día pero sí en su aplicación a sectores como la medicina.
Podemos encontrar dentro de estos textiles inteligentes la clasificación entre pasivos, activos y ultra inteligentes o muy activos. Los primeros, se corresponden con condiciones medioambientes o estímulos exteriores, mientras que los segundos reaccionan frente a una determinada situación. Los terceros se caracterizan por adaptarse a las condiciones y estímulos, por ejemplo, a través de la nanotecnología y membranas.
Encontramos así una importancia de i+d en los textiles, permitiendo, de inicio, textiles que, por ejemplo, son transpirables, reaccionan al sudor o los compuestos por materiales con tratamiento antibacteriano. Se trata de prendas y diseños que, como declara Textil-R, especialistas en vestuario profesional y ropa técnica, ofrecen comodidad, libertad de movimiento y durabilidad.
Escribe un comentario
Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.