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Que la dependencia no dependa de ti

En el mundo de los seguros estamos continuamente expuestos a ciertos productos y/o ramos (conjunto de modalidades de seguros sobre riesgos de características semejantes) que quizás todos podamos nombrar a golpe de memoria (Vida, Autos, Hogar) aunque no seamos ni mucho menos expertos en el tema. Estos productos o grupos de productos forman parte del abecé de la publicidad en cualquier tipo de medio de comunicación y, no en vano, son los que más penetración tienen en la sociedad española. La inmensa mayoría tenemos uno, dos o incluso tres de los ejemplos nombrados.

Esto, además de al marketing, responde por supuesto a la necesidad. Todos tenemos coches, todos tenemos casas y, por supuesto, todos tenemos vidas. Y cuando pensamos precisamente en un seguro de Vida es por lo contrario, por si la vida acaba, para que los de alrededor, los que dependen de esa vida, no tengan un disgusto añadido en forma de enormes gastos.

Y ahora pongamos la peor combinación posible. ¿Y si la vida siguiera pero con gastos crecientes e ingresos alarmantemente decrecientes? Acostumbrados a las cifras relacionadas con las pensiones, los precios o el desempleo, parece que la situación de la dependencia en nuestro país ha quedado atrapada en el fondo del cajón, cuando los datos son cuando menos igual de alarmantes.

Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2050 las personas mayores de 65 años pasarán a constituir un 30,4% de la población española, lo que elevará notablemente la tasa de dependencia del 30,5% actual hasta 53,8%. Aunque esté en el fondo del cajón, pesa lo suficiente como para romperlo.

En PSN llevamos años trabajando con un porfolio creciente de productos especializados en dependencia, anticipándonos a las necesidades de la sociedad para tratar de cubrir problemáticas como esta.

Estos productos garantizan el pago de un capital para cubrir los gastos derivados de Gran Dependencia, en una de sus modalidades, o Dependencia Severa y Gran Dependencia, en otra, además de incluir en ambas la garantía de fallecimiento por cualquier causa.

PSN Calidad de Vida abona este capital en forma de renta mensual vitalicia, para que puedas organizar tus gastos periódicamente, además del pago de una cuantía adicional en la primera mensualidad. Puede contratarse desde los 30 años hasta los 70, y ofrece cobertura hasta los 85. Si prefieres disponer de todo el capital asegurado en un único pago, tu seguro es PSN Dependencia Temporal, que además incorpora un interés técnico garantizado y Participación en los Beneficios de la compañía.

Si buscas que tu cobertura no tenga fecha de caducidad, PSN te ofrece Calidad de Vida Oro, un seguro que te garantiza a lo largo de toda tu vida el cobro del capital contratado si te sobreviniese alguna de las situaciones anteriormente mencionadas, incluyendo además una revalorización anual de la cuantía de un 2%. Y si lo que necesitas es la máxima protección frente a una situación de dependencia, cuentas con PSN Dependencia Vitalicio, que mantiene actualizado el capital asegurado, también para toda la vida, combinando un interés técnico garantizado y Participación en Beneficios.

Más de un millón y medio de personas sufren actualmente situación de dependencia en nuestro país. Si no quieres dejar nada al azar y mantenerte protegido ante una circunstancia que puede crear un grave perjuicio económico a los tuyos, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos sobre el producto ideal para tu situación concreta.

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