null Pros y contras de la educación online

El estado de alarma establecido en el mes de marzo y el confinamiento general de la población provocó el cierre de los centros educativos y quedó instaurada la educación online en todos los niveles, desde primaria, secundaria y bachillerato, hasta las universidades, másteres y formaciones profesionales. Varios meses después, con muchos de los cursos llegando a su fin y con vistas al próximo año escolar, las conclusiones sobre los pros y contras de la educación online comienzan a surgir con el objetivo de mejorar los planteamientos educativos en caso de volver a acudir o establecer este tipo de enseñanza en el futuro.

La opinión pública sobre los principales beneficios e inconvenientes de la enseñanza a distancia se encuentra en primera línea de debate tras las experiencias vividas por profesores, padres y alumnados en los últimos meses. Hasta hace poco, la educación online en España estaba presente de manera prácticamente exclusiva en la educación universitaria, posgrados y otras formaciones profesionales. El confinamiento ha cambiado por completo el panorama educativo y llega el momento de explorar el impacto de este método de impartir clases.

Comenzando por el lado positivo de la educación a distancia, esta brinda al profesorado y alumnos una mayor flexibilidad a la hora de impartir clases, además de la posibilidad de disfrutar de contenido asincrónico que permita a los alumnos entender y procesar la información recibida más allá de los horarios escolares establecidos. Herramientas online como webinar, aulaPlaneta, Microsoft Teams, Zoom, Google Classroom o Edmodo, permiten establecer canales de comunicación mediante los que no solo se imparten las clases de manera tradicional, si no que facilitan la conexión entre profesores y alumnos a la hora de solventar problemas, el intercambio de opiniones y correcciones, así como el fomento de dinámicas de trabajo en grupo.

La educación online también fomenta la autonomía, iniciativa y responsabilidad de los estudiantes ante un deber no presencial, como es atender a clases, con el que deben cumplir. Sin embargo, todos estos factores dependen, en parte, de la edad de los alumnos, ya que no es posible exigir el mismo nivel de autonomía a un alumno de primaria, que a un universitario. Aquí es donde entra en juego uno de los principales inconvenientes de la enseñanza online, y es que los más pequeños requieren de la atención y supervisión de mayores, tanto para acceder a las clases, métodos de evaluación y obtener las tareas, así como a la hora de hacer deberes. Todo ello puede darse ante circunstancias de teletrabajo, en la que los padres deben hacer frente a sus obligaciones y a la vez ayudar a los más pequeños, lo que dificulta la conciliación laboral y familiar.

Por otro lado, debemos tener en cuenta la existente brecha digital entre el alumnado, ya que no todos los hogares cuentan con acceso a internet, ni disponen de los dispositivos electrónicos requeridos, como portátiles o táblets. Según el informe COVID-19: Cerrar la brecha de Save The Children, el confinamiento causado por el COVID19 ha puesto de manifiesto y profundizado las brechas existentes entre los alumnos con orígenes socioeconómicos diferentes, especialmente en las familias más vulnerables. 7 de cada 10 profesores se muestra preocupado por la falta de recursos para acceder a la educación online, por lo que es necesario contar con planes de digitalización por parte de educación en vistas a un futuro que acoja la enseñanza online o semipresencial con mayor frecuencia, para evitar que ningún niño se quede atrás.

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