Las vacaciones de verano son uno de los momentos más ansiados por cualquier niño tras los largos meses de colegio, deberes y clases extraescolares. En un año marcado por el cierre de los centros educativos a raíz de la pandemia, los niños han sido capaces de terminar el curso escolar desde casa pese a todas las dificultades, y con vistas al año próximo, se abre la posibilidad de continuar ejercitando su mente durante las vacaciones de verano, aunque sin olvidar el disfrutar y pasarlo bien al aire libre (con las precauciones correspondientes)
La educación a distancia sorprendió tanto a docentes, como al alumnado, en una situación nueva y desconocida en muchos casos. La docencia online cuenta con múltiples pros y contras: a su favor, encontramos la flexibilidad y la capacidad de fomentar dinámicas de trabajo grupales a distancia; en su contra, hacemos frente a una importante brecha digital entre los alumnos. Aún a expensas de conocer cómo será el próximo curso académico, exploramos algunas de las opciones con las que contamos para que los más pequeños continúen ejercitando sus mentes durante estos meses de verano.
Aún en 2020 existe un importante debate en torno a los beneficios de hacer deberes durante las vacaciones de verano, puesto que se tiende a pensar que los niños pueden olvidar lo aprendido cuando llegue septiembre. Según un artículo de El País en el que se debate este tema, algunas expertas optan por fomentar hacer deberes diferentes a los habituales durante el curso, evitando que supongan una obligación, o pasar horas estudiando sentados frente a un libro, dado que los niños tienen derecho a descansar, socializar y divertirse. Para conseguir que los más pequeños continúen aprendiendo o reforzando sus conocimientos, de una manera divertida y más atractiva, los recursos digitales de los que disponemos pueden ser la mejor herramienta.
Tal y como indicamos en una entrada bajo el nombre “recursos digitales para que los niños aprendan inglés”, podemos encontrar múltiples recursos online para que los niños de todas las edades puedan mejorar su nivel en la lengua de Shakespeare, a través de series, películas, vídeos de Youtube, aplicaciones e incluso recursos auditivos, como podcasts. De la misma forma, en un post propio del pasado confinamiento denominado “consejos e ideas para sobrellevar la cuarentena con niños”, compartimos una serie de recomendaciones y canales digitales educativos mediante los que es posible reforzar los conocimientos en diferentes asignaturas y niveles educativos. E incluso la gamificación o game based learning, una metodología del juego como base del modelo de aprendizaje, puede suponer un ‘plus’ a la hora de atraer y motivar a los niños para que continúen aprendiendo.
Otro de los métodos con los que podemos estimular la actividad mental de los más pequeños durante el verano es a través de la lectura. Leer nos permite viajar a otros lugares, descubrir nuevos conocimientos, mejorar el desarrollo cognitivo, impulsar nuestro lado más creativo y perfeccionar las habilidades lingüísticas. Cada verano, los libros, cuentos y cómics se convierten en algunos de los mayores aliados de los niños, y para fomentar la lectura, los expertos recomiendan no imponer un tiempo de lectura diario, compartir las historias mutuamente, y conceder libertad de elección para dar con el libro ideal.
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