La constancia en el ahorro es clave para llegar al retiro profesional sin perder poder adquisitivo, complementando la pensión pública de manera óptima para garantizar nuestro futuro. El factor tiempo también es esencial, comenzando a ahorrar lo antes posible a través de instrumentos con buena rentabilidad a largo plazo. La jubilación es un asunto que es necesario sopesar desde el mismo momento de incorporación al mercado laboral, ya que es imprescindible una correcta planificación para que resulte posible garantizar un retiro sin pérdida de calidad de vida, así como contar con margen suficiente para maniobrar en función de nuestras necesidades de cada momento. Existen diversos instrumentos de ahorro que pueden adecuarse a este propósito y, dentro de ellos, los planes de pensiones están especialmente diseñados pensando en él. En cualquier caso, es importante valorar dos factores a la hora de sacar el máximo partido a cualquiera de estos productos:
- La rentabilidad a largo plazo, que supondrá que nuestra inversión crezca en términos reales
- La sistematización del ahorro, es decir, que este no se ciña a momentos puntuales, en aras a garantizar nuestros ingresos del futuro con la seguridad de disfrutar de todas las ventajas que estas herramientas proporcionan
Planes de pensiones y PPA
En los últimos años,planes de pensiones y de previsión asegurados (PPA) han adquirido mayor protagonismo debido a varios motivos. En primer lugar, la cada vez más complicada sostenibilidad del sistema público de pensiones hace imprescindible la autorresponsabilidad a través del ahorro privado y, estos productos están específicamente diseñados para este fin. En el caso de los planes de pensiones, existen diferentes tipologías adaptadas a los perfiles de riesgo inversor y perspectivas de rentabilidad, mientras que los PPA ofrecen total seguridad de la inversión y un interés técnico garantizado.
Sin embargo, son otras características específicas las que los convierten en productos enfocados exclusivamente en el ahorro finalista para el retiro laboral: el rescate de la inversión está sujeto a una serie de condiciones específicas (jubilación, enfermedad grave, paro de larga duración o, a partir de 2025, las aportaciones de más de diez años de antigüedad), así como las ventajas fiscales vinculadas a las aportaciones realizadas, que permiten reducir la base imponible del IRPF hasta 8.000 euros. De este modo, la planificación de las necesidades de ahorro de cara a la finalización de la vida laboral adquiere todo el sentido.
Aportaciones sistemáticas
Muchos ahorradores tienden a retrasar sus aportaciones a planes de pensiones hasta final de año para poder continuar beneficiándose de las citadas ventajas fiscales en la declaración de la renta, y también porque las entidades financieras tienden a lanzar campañas en el último trimestre para fomentar las inversiones.
Aunque puede resultar interesante aprovechar las diferentes bonificaciones que se ofrecen en estas promociones (siempre consultan la letra pequeña para cerciorarse de la adecuación de las condiciones a cada necesidad concreta), centrarse exclusivamente en ellas no es la mejor opción. Y es que la decisión más inteligente en ese sentido, en línea con esa importante planificación financiera, es realizar aportaciones periódicas a lo largo del año, aunque sean de menor importe que si se llevan a cabo únicamente en momento puntuales.
De este modo, además de mantener todas las ventajas fiscales propias de estos instrumentos, nos beneficiamos de plazos más amplios de la rentabilidad ofrecida por ellos, lo que suele traducirse en que los ahorros invertidos crezcan en mayor medida. Con ese mismo objetivo, resulta imprescindible comenzar con esa dinámica de ahorro lo antes posible, dado que el tiempo es también un gran aliado para garantizar nuestro futuro. Los expertos creen que en ningún caso debería empezarse más allá de los 35 años, reduciendo progresivamente la exposición al riesgo a medida que se acerque el momento de la jubilación.
¿Cuánto debería ahorrar?
Aunque, en términos generales, ante una pregunta como esta, la respuesta más acertada suele ser “tanto como sea posible”, lo cierto es que un conocimiento previo de las circunstancias que rodearán nuestro futuro es siempre un buen punto de partida. Desde hace años, el Gobierno tiene pendiente remitir la denominada carta naranja, en la que se informaría a todos los cotizantes del importe de su futura pensión, lo que supondría una información clave para saber qué importe es necesario ahorrar hasta ese momento mantener el nivel de vida.
Sin embargo, no parece probable que ese envío se desatasque en un futuro próximo, y la herramienta online ofrecida por la Seguridad Social es poco intuitiva y poco precisa. Como alternativa, PSN cuenta con un simulador que ofrece un importe orientativo sobre las necesidades de ahorro para la jubilación, de fácil utilización y acceso.
Opciones para cualquier perfil de ahorrador y hasta un 3% adicional
PSN cuenta con cinco opciones de planes de pensiones para cubrir los diferentes perfiles de riesgo de sus mutualistas. Están gestionados por un equipo experto que en los últimos años ha conseguido que estos instrumentos se encuentren entre los primeros puestos en los rankings de sus respectivas categorías.
Los dos planes más destacados de la Entidad, el Plan Individual y el Plan Asociado son también los que llevan más tiempo en el mercado y muestran interesantes rentabilidades a largo plazo. Por otro lado, la consultora independiente VDos informó de que PSN fue la gestora de fondos de pensiones que mayor rentabilidad ofreció durante el pasado mes de noviembre. Además PSN ha alargado su campaña de jubilación hasta junio, ofreciendo entre un 1% y un 3% adicional para traspasos de otras entidades a partir de 30.000 euros.
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