Con la llegada del otoño y los meses húmedos y fríos, vuelven los resfriados y la transmisión de diferentes virus respiratorios, como la gripe. A la existente preocupación por cuidarse y protegerse de estos virus se le suma el nuevo coronavirus, que ha sido capaz de alterar el trascurso de nuestras vidas en apenas un año y que presenta síntomas similares a los catarros y la gripe. Es por ello que las autoridades sanitarias están intentando solucionar cualquier duda para que la población sepa distinguir las diferentes afecciones, y se resalta la importancia de la vacunación de la gripe.
En los últimos años los focos estaban puestos en la gripe y la importancia de su vacuna para evitar complicaciones entre las personas mayores y grupos de riesgo. Así, en este blog compartíamos hace un año las principales preguntas y respuestas sobre la vacuna de la gripe para concienciar acerca de la necesidad de vacunación como medida de prevención. En este 2020 marcado por la existencia y prevalencia del COVID-19, los profesionales sanitarios entre los que se encuentran inmunólogos, microbiólogos, médicos y enfermeros hacen un serio llamamiento a la población citada para que se vacunen de la gripe. El motivo de esta insistencia reside en que este año se prevé que confluya la gripe, la neumonía neumocócica, el coronavirus y los resfriados, según indica Efe Salud, lo que puede ocasionar confusión debido a una sintomatología similar.
Llegados a este punto, la población es conocedora de los principales síntomas del COVID-19, entre los que se encuentra, según la OMS, la fiebre, tos seca, cansancio y dificultad para respirar. Sin embargo, el nuevo coronavirus puede presentar más síntomas, como dolor de garganta, dolor de cabeza, diarrea, o la pérdida del gusto u olfato, tal y como indica la OMS, y recomienda solicitar atención médica inmediata en caso de sentir dolor u opresión en el pecho, dificultad para hablar y/o respirar, además de la fiebre y la tos. Todo ello provoca que la sintomatología de esta nueva enfermedad pueda llegar a confundir a pacientes y sanitarios, especialmente con la gripe, puesto que pueden llegar a compartir algunos síntomas.
En el caso de los resfriados, es más fácil diferenciarlo de la gripe y el COVID-19, puesto que no cursan con fiebre y cuenta con una sintomatología más banal, tal y como indica Isabel Jimeno, responsable de vacunas de la SEMG en Redacción Médica. La gripe presenta síntomas como fatiga, fiebre, dolores musculares, tos y dolor de garganta. ¿Dónde reside la diferencia con respecto al Covid? Pese a que las mialgias, la fiebre y la tos estén presentes en ambas enfermedades, existen dos factores diferenciales. El principal factor, según indica la especialista en Redacción Médica, se encuentra en que un gran porcentaje de los pacientes infectados por COVID-19 presentan pérdida de olfato y gusto, y aunque no sea un distintivo exacto, los especialistas coinciden en este indicio. Además, los sanitarios deben fijarse en la forma de aparición de los síntomas y si los pacientes sufren empeoramiento de manera brusca, puesto que, en el caso de la gripe, la evolución de la enfermedad es más constante, indica Jimeno.
Aunque existen tablas comparativas que pueden ayudar a esclarecer dudas, lo más seguro a la hora de confirmar o descartar un resfriado, gripe o coronavirus, o en caso de detectar signos de alerta, es consultar a nuestro centro médico para emplear alguna de las pruebas de diagnóstico y recibir asistencia médica en caso de requerirlo. A lo largo de los meses de otoño e invierno, no debemos olvidar todos los métodos de prevención aprendidos y aplicados hasta el día de hoy, y continuar con las medidas de higiene, uso de mascarillas y distanciamiento social.
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