Merecedores de todo nuestro respeto como personas mayores, los abuelos suponen una de las figuras más importantes para cualquier familia. Por su compromiso, conocimiento, cariño y lealtad, entre otras muchas cualidades, tenemos un día marcado en el calendario para celebrar su condición de abuelo/a.
En países de mayoría cristiana, como España, el Día de los Abuelos se celebra el 26 de julio, coincidiendo con la festividad de San Joaquín y Santa Ana, abuelos de Jesucristo. De esta historia, sabemos que eran los abuelos maternos de Jesús, padres de la Virgen María.
Más allá de esta celebración, la Organización Mundial de la Salud promueve de forma internacional el Día Internacional de la Personas de Edad, marcado el 1 de octubre de cada año. Durante este día, en el cual también se hace referencia a los abuelos, la OMS aboga por “no dejar atrás a nadie”, teniendo en cuenta, sobre todo, los cambios en la composición de la población mundial. Según esta transformación, se estima que en 2030 la población de más de 60 años puede alcanzar los 1.400 millones.
Esta Organización recordaba en 2018 a las personas mayores como los grandes defensores de los Derechos Humanos, por coincidir con el 70º aniversario de su Declaración Universal. Sin embargo, podemos elaborar una extensa lista de motivos por los que celebrar, no solo el 26 de julio, sino todos los días, el Día de los Abuelos.
Un abuelo jubilado sustenta uno de cada cuatro hogares
Según los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de cada cuatro hogares españoles está sustentado por los ingresos de una persona jubilada, concretamente el 28.7% de los hogares de 2017. Esta cifra ha ido aumentando ligeramente desde que se comenzase a estudiar en 2006, cuyo dato era del 27%.
Además, según los datos de la Encuesta Continua de Hogares que también realiza el mismo organismo, hasta el 47% de los jubilados/as (mayores de 65 años) viven con otras personas, hijos u otros familiares.
Por tanto, no solo se trata de una figura importante a nivel familiar y sentimental, sino que los abuelos, en ocasiones, también son los flotadores en la economía de los hogares.
Los abuelos ‘canguro’
Especialmente a raíz de la crisis económica, cada vez es más habitual ver cómo los padres se ven en la necesidad de tener que trabajar ambos y deciden ahorrarse el dinero de guarderías apoyándose en los abuelos. Según los datos de la Encuesta de Salud, Envejecimiento y Jubilación de Europa, uno de cada cuatro abuelos se convierte en niñero o babysitter de su nieto. De hecho, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología señala que los abuelos dedican una media de seis horas diarias al cuidado de sus nietos, siendo este tiempo en muchas ocasiones superior al dedicado por parte de los padres a los hijos.
Fruto de la crianza del niño nace una relación beneficiosa para ambas partes. Los pequeños del hogar viven nuevas experiencias, conocen las tradiciones y aprenden valores como el respeto al unir a personas de distintas generaciones. Por su parte, los abuelos se mantienen y se sienten activos, se esfuerzan por mantener un mejor rendimiento cognitivo, es una oportunidad para vivir una segunda paternidad y llegan a descubrir nuevos conocimientos de la era digital.
Modelo para los futuros padres
Los abuelos no solo resultan un pilar fundamental para los nietos, sino también para sus propios hijos. Fuente de sabiduría, en muchas ocasiones se convierten en el rol para los futuros padres. En cuanto a la misma paternidad y maternidad, de ellos aprenden, desde los momentos previos e iniciales, cómo controlar los nervios previos al parto o las tareas del cuidado de un recién nacido. Esta estela de conocimientos continúa con la crianza de los niños hasta los límites de la adolescencia.
1 abuelo = 1.000 profesionales
Una vez más, recurrimos a celebrar sus conocimientos. Y es que no importa a qué se haya dedicado el abuelo durante su vida profesional, sino que un abuelo engloba en su saber distintas profesiones. Los abuelos son los mejores cocineros y buscan continuamente aprendices a quien enseñar en los fogones. También conocen de medicina y farmacia, meteorología, historia y arte, agricultura y jardinería o costura, entre otros. Además, si buscas aprender a ahorrar o gestionar mejor tus gastos e ingresos, los mejores gestores del ahorro serán ellos mismos.
Comunicación ‘analógica’
Los llamados centennials son los jóvenes que, a diferencia de los millennials y generaciones anteriores, no han conocido la vida sin teléfonos inteligentes e internet. Por tanto, su perspectiva y modos de consumo son muy diferentes a los de generaciones anteriores. Sin embargo, estas generaciones más jóvenes también se pierden ciertas experiencias “analógicas”.
Los abuelos son, una vez más, los llamados a mantener viva esa historia sin adicción a las pantallas. Ellos son quienes nos podrán enseñar, en un futuro muy próximo, qué era un videoclub o una tienda de discos. También son quienes animan y contribuyen a reunir a toda la familia, propiciando la diversión para todas las edades a través de una conversación o un juego de mesa.
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