null 8 mitos sobre el alcohol y su consumo

Atraídos por los efectos del alcohol, el 75.1% de los adolescentes españoles reconoce haber consumido alcohol alguna vez en su vida. Los datos resultan alarmantes también por las edades de inicio, siendo España uno de los países donde los jóvenes y adolescentes comienzan el consumo más temprano.

“Mejora las relaciones sociales, sirve de evasión, es ‘útil’ en celebraciones y momentos de fiesta o para integrarse en el grupo”. Estos son algunos de los motivos que apuntan como respuestas a la pregunta por qué consumes alcohol, de la campaña “Alcohol en menores, no es normal”, lanzada por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Sin embargo, lo que los menores –y muchos adultos- desconocen son los grandes mitos que rodean al alcohol. A continuación, elaboramos un breve listado para acabar con las frases más escuchadas en cuanto al consumo de alcohol que, en realidad, son falsas.

Mitos del alcohol y la salud

El alcohol no es una droga

Para acabar con este mito recurrimos a la definición de drogas de la Organización Mundial de la Salud. “Toda sustancia que, al introducirse en el organismo, produce en el individuo modificaciones en su estado psíquico (percepciones, emociones y conducta). Las drogas adictivas pueden causar dependencia si se consumen repetidamente”. Trasladada al alcohol, observamos que también es considerado una droga, al provocar cambios en nuestro estado y  causar dependencia en algunos casos.

El consumo en cantidades bajas de alcohol es beneficioso para la salud

“Una copa de vino al día mejora la salud cardiovascular”. Se trata de una frase muy popular en nuestra cultura pero que, sin embargo, no es del todo cierta. Tal y como explicaba Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Navarra esta afirmación solo es correcta para un grupo concreto de la sociedad, correspondiente a hombres de más de 45 años y mujeres cuya edad supere los 55.

Si solo consumo alcohol los fines de semana no pasa nada

El consumo de alcohol, generalmente en grandes cantidades, concentrado durante uno o dos días a la semana es muy habitual entre los adolescentes. Sin embargo, las consecuencias de este consumo “de fin de semana” son las mismas que las generadas por otros patrones.

El alcohol es bueno para hacer la digestión

También es otro de los mitos que solemos escuchar tras grandes comilonas. Lo cierto es que no existe evidencia científica al respecto y, como apunta en este reportaje de El Español con las declaraciones de Miguel Herrero, científico del Instituto de investigación en Ciencias de la Alimentación del CSIC, el alcohol “irrita nuestro estómago y ralentiza los músculos que se encargar de hacer la digestión”, por lo cual podríamos llegar a sufrir incluso de gastritis.

Mitos del alcohol y las relaciones sociales

El alcohol ayuda a desinhibirte y crea un ambiente festivo

Si bien el alcohol puede producir relajación, euforia y soltura corporal y verbal, también puede ocultar otra serie de problemas psicológicos como la renuncia a una parte de nuestra personalidad (especialmente en el caso de personas más tímidas) y ocultar problemas de autoestima.

Además, el consumo de alcohol también puede provocar una pérdida del autocontrol, verborrea en el lenguaje, descoordinación en los movimientos o hacernos entrar en un estado más agresivo. Estas consecuencias pueden acabar con el ambiente festivo con el que habitualmente relacionamos el alcohol.

El alcohol mejora las relaciones sexuales

Es otro de los grandes mitos del alcohol y las relaciones con otras personas. Además de ser completamente falso, los estudios demuestran que el consumo de alcohol puede, incluso, dificultar o impedir las relaciones. Más allá de disfunciones como la impotencia, el alcohol también puede ser el motivo que se esconde detrás de embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, etc.

Mitos del alcohol y su eliminación/ocultación

Para engañar al alcoholímetro debemos mascar chicle, tener dos granos de café en la boca o soplar de determinada manera

De ninguna forma podremos engañar al alcoholímetro si nos encontramos con un control policial tras haber consumido alcohol. Lo único que podremos conseguir tratando de engañarlo es que los policías entiendan la no predisposición frente a la prueba, por lo que tendremos que hacer frente a faltas muy graves.

Para recuperarte de los efectos del alcohol: café y ducha fría

Debemos comprender que la eliminación del alcohol es un proceso por el cual tendremos que pasar y no existen “remedios” o “atajos”. Las duchas frías no nos ayudarán en nada a reducir el alcohol en sangre que hayamos consumido y, de hecho, la cafeína puede ser perjudicial puesto que se trata de un estimulante por lo que podríamos estar más despiertos, pero también más agresivos y sin los reflejos idóneos.

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