Es tiempo de cambio y de retomar las rutinas: ropa nueva, calzado, algún complemento, materiales, espacios y organización en la familia. Es un mes también de tensión emocional, incluso algunos adultos manifestamos un sentimiento de melancolía al despedir el verano con sus virtudes y, aunque no lo creamos, éste puede reflejarse en nuestros pequeños.
Por ello y desde Bicos nos gustaría daros unas pequeñas recomendaciones para que la vuelta sea más fácil. Algunas de ellas están enfocadas a preparar ese regreso con carácter previo, pero otras pueden llevarse a cabo durante las primeras semanas, mientras que el pequeño lleva a cabo su adaptación al entorno escolar, e incluso en otros momentos en los que pasen por situaciones similares; los ejemplos más claros son el regreso tras las vacaciones de Navidad o Semana Santa.
- Es importante anticiparnos hablando del futuro cambio. Puedes explicárselo apoyándote en algún cuento que se desarrolle al finalizar el verano, con conceptos como la vuelta al cole, el cambio de estación, que los días se hacen más cortos... Algunos libros que puedes utilizar son Mamá ya viene, No te comas a la maestra o Siempre pienso en ti.
- Visitar el centro y los alrededores puede ser una buena idea. Intenta que los días anteriores a la vuelta al cole los paseos sean cerca del centro, visita sus instalaciones y saluda a las ‘profes’.
- Asimismo, es imprescindible evitar todo tipo de manifestaciones que puedan transmitir al niño sensaciones de angustia o inseguridad relacionadas con la asistencia a la escuela. Hay que procurar, por el contrario, hablar siempre de forma positiva y transmitirle especial interés por todo lo relacionado con el centro: cuéntale lo divertida que es la escuela. Pero recuerda que también puedes explicarle que es normal que alguna vez pueda sentirse triste o enfadado porque tú no estás.
- En los días previos y posteriores a la incorporación es esencial estar muy pendientes de los pequeños, así como dedicarles más tiempo de lo habitual.
- Sin embargo, no es un buen momento para introducir más cambios en la vida del niño (dejar el pañal, cambiarlo de habitación…). Será conveniente esperar a que supere el proceso de adaptación.
- Precisamente, en lo que respecta al periodo de adaptación, realmente es imprescindible respetar los tiempos y pautas que las educadoras marcan para que la integración en el centro sea lo más respetuosa posible. Todos necesitamos un tiempo para adaptarnos a las personas y espacios nuevos.
- También por este motivo es recomendable que la asistencia sea lo más regular posible, para que llegue a convertirse en un hábito o rutina más dentro de vida del niño.
Llegado el momento, despídete y dile que volverás pronto, animándolo a que disfrute mucho del cole. Es importante que las despedidas sean cortas y que evitemos el drama.
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