null Es posible detectar el ciberbullying

Las formas que puede adoptar el acoso escolar son muy diversas. Por eso entendemos, un tanto sobrecogidos, que el ciberbullying (ciberacoso escolar) puede adoptar formas y tácticas inimaginables hace unos años.

Lo que caracteriza a este tipo de acoso psicológico es que se realiza a través de los nuevos canales de comunicación que facilita el desarrollo tecnológico: hablamos de redes sociales, correo electrónico y todo tipo de mensajería instantánea fundamentalmente, pero las formas potenciales se amplifican. Su segunda característica es que el acoso se realiza entre iguales, entre personas que de alguna manera pertenecen a un mismo grupo o conjunto.

Ambas características son importantes ya que se dan en un entorno del que los padres, tutores o educadores están, en mayor o menor medida, excluidos. Así que es vital conocer los síntomas del problema, señales que nos hablan levemente de la marejada que se produce en el fondo. Hay que conocer las señales de que se está produciendo, efectivamente, un acoso.

Los primeros síntomas son de tipo afectivo y emocional en crecimiento gradual:

  • Comportarse con irritabilidad o nerviosismo.
  • Mostrar cambios súbitos de carácter.
  • No tener ganas de ver a sus amigos, ni de salir de su casa.
  • Presentar síntomas de tristeza y depresión.
  • Obsesión por estar continuamente mirando mensajes en el móvil

Casi simultáneamente se presentan señales de falta de concentración o desinterés a la hora de cumplimentar tareas antes perfectamente asumidas:

  • No querer asistir a clase.
  • Deseos de abandonar sin justificación actividades extraescolares.
  • Descenso del rendimiento académico.

Son miles las campañas que se han lanzado en nuestro país para prevenir y educar contra en ciberacoso. Desde todos los agentes implicados (colegios, policía, entidades de protección de la infancia…) se destaca el papel vital de los padres en la educación y prevención en dos líneas:

  1. Educar en valores humanos de respeto y compañerismo a los hijos. Y el ejemplo es la mejor escuela. Es imposible reclamar a nuestros hijos educación y respeto si los progenitores los incumplimos constantemente en nuestro día a día. Criamos hijos y nietos desprovistos de todo modelo relacional y normas básicas de comportamiento, faltos de criterios estables.
  2. Mostrar conocimiento y un uso responsable de las nuevas tecnologías. Es especialmente importante que los padres manifiesten un uso prudente de las tecnologías si queremos que nuestros hijos aprendan. Todos los educadores insisten, para evitar dependencias y aislamientos, en un consumo responsable por parte de los menores del teléfono móvil y de internet. Estamos a tiempo de aprenderlo también los padres.

La convivencia en los centros escolares siempre estará expuesta a muchos retos. Siempre ha sido así, y con la ayuda de todos los hemos ido superando. No será menos con el ciberacoso, ¡manos a la obra!

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