Segunda causa de muerte en España, primera si hablamos solo de mujeres. Sin embargo, el ictus, la enfermedad que afectará a una de cada seis personas, es fácil de prevenir, en muchos casos. Cómo se produce, cuánto duran los síntomas y, sobre todo, cuáles son las causas son las claves para conocer más sobre esta patología.
Cuando nos referimos al ictus hablamos un accidente cerebrovascular que sucede cuando la sangre no llega al cerebro debido a la obstrucción de una arteria por un trombo o a la rotura de un vaso sanguíneo. Es, por tanto, similar a un ataque al corazón que sufre el cerebro.
Suele producirse en personas mayores, aunque también afecta a los jóvenes. Además existen diferentes factores de riesgo que lo propician. Según los datos de la Sociedad Española de Neurología, 120.000 personas sufren un ictus en España al año y más de 16.000 mujeres fallecen por ictus cerebral. Conociendo esos factores de riesgo y mediante un estilo de vida saludable, los expertos estiman que el 90% de los casos se podrían evitar.
Factores que aumentan el riesgo de sufrir un ictus
Existen algunas causas que no se pueden controlar. Edad, sexo, disposición genética o sufrir otras patologías como las migrañas o la diabetes.
- Edad: la enfermedad es más probable a partir de los 55 años.
- Género: afecta a hombres y mujeres, aunque es más mortal en ellas (más de la mitad de fallecimientos son entre mujeres).
- Antecedentes familiares: el riesgo se multiplica más en caso de que la herencia sea paternal.
- Anticonceptivos orales: en un nivel bajo pero el uso de los anticonceptivos orales aumenta el riesgo en mujeres. De hecho, no está recomendado en mayores de 35 años, fumadoras, hipertensas o con obesidad.
- Migraña: las personas que sufran estos dolores, especialmente las migrañas con aura, también tiene más riesgo.
- Apneas del sueño: este síndrome multiplica el riesgo de sufrir un ictus isquémico.
- Diabetes: afecta más a las personas con diabetes tipo 2 que a las que padecen tipo 1.
6 recomendaciones para la prevención del ictus
Otros factores sí que los podemos modificar para a prevenir el riesgo de sufrir un ictus, a la vez que llevar una vida más saludable.
- Dieta mediterránea: controlar nuestra alimentación mediante una dieta equilibrada, rica en fruta y verdura, nos ayudará también a disminuir la posibilidad de sufrir obesidad, colesterol y diabetes.
- Relacionado con lo anterior, debemos tener cuidado de no pasarnos con la sal para evitar una tensión alta, así como evitar el consumo de dulces y azúcares refinados.
- Practicar deporte de forma regular: evitaremos la obesidad y la diabetes, mantendremos nuestro cuerpo en forma frente a distintas enfermedades y nuestra mente activa.
- Dejar de fumar. La nicotina obstruye nuestras arterias al formar placas de colesterol en ellas. Para evitarlo, la solución es sencilla: evitar el tabaco.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol, el cual produce hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
- La hipertensión en otro factor de riesgo, por lo que tendremos que controlar y vigilarla. En personas que no hayan sufrido un ictus la tensión arterial debería ser inferior a 140/90. Para diabéticos o personas que hayan sufrido un ictus anteriormente, inferior a 130/80.
- Tratamiento adecuado para la diabetes con controles médicos para que nuestros vasos sanguíneos no se vean afectados.
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