La sustracción de nuestro medio de transporte habitual puede resultar muy desagradable, y sufrir esta situación puede derivar en nervios que hagan que no sepamos exactamente qué hacer en estos casos.
A continuación, te explicamos los pasos a seguir si, desafortunadamente, te toca vivir una situación como esta, para intentar solucionarlo cuanto antes o, al menos, hacer lo que sí esté en tu mano.
1. Lo primero, aunque parezca muy obvio, es asegurarnos de que el vehículo ha sido efectivamente sustraído. Hay tres motivos muy comunes que hacen que en una situación de estrés como esta nos dejemos llevar por el pánico y lo primero que pensemos es que nos han robado el coche cuando realmente no ha sido así:
Si lo cogemos a diario y solemos aparcar en distintas calles cada día, nuestra mente puede ubicar el vehículo donde lo aparcamos anteayer en lugar de ayer. Ante todo, calma y hacer memoria. Si nos cercioramos de que realmente el coche estaba ahí la última vez que lo aparcamos, podría ser que nuestra pareja o un familiar lo hayan cogido sin avisarnos (si lo compartimos) o incluso que lo haya retirado la grúa por estar mal estacionado.
2. Una vez comprobado que la única posibilidad que queda es que el vehículo haya sido robado, lo primero es verificar si este cuenta con localizador.
En los coches más modernos o de alta gama las marcas en ocasiones incluyen un servicio de localización, lo que significa que el vehículo lleva incorporado algún tipo de dispositivo, por ejemplo, una tarjeta SIM, que permite localizarlo a través de una app. Si este es el caso, debemos avisar siempre a la Policía y no acudir por nuestra cuenta al lugar donde se supone que se encuentra.
3. Aunque no tengamos cómo localizar nuestro coche debemos acudir igualmente a la Policía para poner la denuncia lo antes posible, ya sea presencial o telemáticamente, incorporando, además de la información habitual, una declaración de bienes de los objetos de valor que guardáramos en el interior del vehículo. Después debemos avisar a nuestro seguro, aportando copia de la denuncia e informándonos de las coberturas concretas de las que disponemos para este caso.
4. Posteriormente debemos dar de baja el coche en el ayuntamiento de nuestro municipio para suspender el impuesto de circulación, evitando posibles sanciones que puedan acarrearnos las acciones posteriores de los ladrones. La propia Policía dará de baja el vehículo en la Jefatura Provincial de Tráfico en el momento de poner la denuncia.
5. Si pasados 30 días naturales el coche no ha sido recuperado, ya podemos solicitar que se considere oficialmente como desaparecido, además de tramitar la indemnización que nos corresponda por nuestro tipo de póliza. Si el vehículo finalmente apareciese, hay que notificarlo a la compañía aseguradora (la Policía se encargará de darlo de nuevo de alta).
En el caso de haber cobrado la indemnización antes de que el coche aparezca, el propietario puede elegir quedarse con su vehículo devolviendo la cuantía percibida, sin perjuicio de ser indemnizado por los daños sufridos o los bienes robados, si los hubiere; o bien mantenerlo como desaparecido conservando la indemnización cobrada.
Lo más importante para estar tranquilo en estos casos es contar con un seguro completo que nos proteja de estas y otras situaciones indeseadas.
Escribe un comentario
Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.