Raquel Blasco, mutualista de PSN, es doctora en Medicina y se define como “una internista afortunada de tener los mejores pacientes”. Es, además, uno de los referentes en Medicina del Deporte en nuestro país y lo demuestra cada día utilizando las herramientas digitales que tiene a su disposición para divulgar en salud. Una muestra de esta labor son sus cerca de 21.000 seguidores en Twitter.
Al hacer referencia precisamente a las redes sociales, Blasco opina que la presencia de los profesionales en ellas puede ser muy positiva: “Me gusta la divulgación en salud y cada vez utilizo más las redes sociales. Quiero poder transmitir ese punto de rigor científico que están buscando los usuarios de Internet. Considero que la misión de los profesionales sanitarios es la transmisión de conceptos claros para la salud y estilos de vida. Tenemos que estar presentes en los lugares en los que los pacientes y las personas sanas buscan información, y muchos de ellos están en redes sociales”.
De este modo, herramientas como Twitter o Instagram pueden suponer plataformas a través de las que adquirir conocimientos, también desde el punto de vista de la salud y, además, transmitírselos a más gente: “Tenemos que construir confianza desde nuestro púlpito. Antes podíamos hacerlo desde nuestra consulta viendo cada día a 20 pacientes. Ahora, con Internet, puedo tener una audiencia potencial de más de 20 mil personas. Tenemos que generar credibilidad transmitiendo prudencia, imparcialidad, competencia y apertura de miras”.
Pero cuando hablamos de salud y de Internet, inevitablemente surgen los conocidos bulos. Uno de los problemas que genera el acceso fácil y rápido a la información que ofrece el mundo ‘online’ es la distinción entre la realidad y lo que no lo es. “Para desmitificar bulos, se necesita pensar muy a largo plazo. Se trata de proveer constantemente a tu audiencia de información verificada que le permita conocer todo el panorama y así el usuario aumentará toda la capacidad para afrontar sus amenazas. Es una lluvia fina que esperamos que cale”.
Los malos momentos en el ejercicio profesional
Raquel Blasco no duda a la hora de decidir cuáles son los peores momentos en su profesión: “Dar malas noticias. No nos lo han enseñado en la carrera. Cuando tengo que dar malas noticias intento hacer el menor daño posible y lo paso mal. Al final, los profesionales sanitarios somos un pilar en el que se van a apoyar los pacientes y tienes que transmitirles confianza. No te pueden ver dubitativo, aunque lo estés, ni distante, aunque quieras estarlo”. También destaca la frustración que se siente cuando no dispones de tiempo o de medios suficientes para atender al paciente de manera óptima, algo que relaciona con el burn-out. “Tengo el privilegio de trabajar en el Centro Regional de Medicina Deportiva de la Junta de Castilla y León, donde tengo tiempo para dedicar a mis pacientes, pero mis compañeros de Atención Primaria disponen de escasos 6 minutos para ver a los suyos. Esta situación genera frustración y tristeza por no poder hacer las cosas bien debido a causas externas a tu profesión”.
Sin embargo, como profesional por vocación, reconoce que su profesión cuenta con otras “partes excepcionalmente buenas”, como “notar que eres útil cuando tranquilizas a tu paciente, le apoyas, le explicas los conceptos para que sea, de verdad, un paciente empoderado y pueda gestionar su propia salud”.
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