Hay temporadas en las que, como en la moda, son tendencia cierto tipo de dietas o grupo de alimentos. Entre las que más en contra está de los hidratos de carbono en la actualidad es la denominada dieta cetogénica o conocida como ‘keto’. Ya algunos nutricionistas venían restringiendo los hidratos en las dietas específicas de adelgazamiento desde hace tiempo, pero esta rutina alimenticia, los elimina casi al completo (como máximo el 10% de los alimentos consumidos durante el día) ¿Es bueno eliminar radicalmente los hidratos de carbono? ¿Está nuestro cuerpo preparado para ello?
Al eliminar los hidratos (están permitidas la proteína y la grasa) el cuerpo entra en un estado denominado como cetosis, en el que se supone que el organismo consume la grasa del cuerpo para generar energía. Pero no todo es tan bonito como puede parecer. Una dieta cetogénica mal controlada o una cetosis que se produce sin ser inducida puede dar origen a desequilibrios electrolíticos y deshidratación severa, lo cual si no se trata también resulta fatal perjudicando incluso la salud de nuestro hígado.
La Organización Mundial de la Salud indica que los hidratos de carbono deben aportar al menos un 55-60% del aporte calórico total, siendo las grasas, el 30% y las proteínas, el 15% restante. Por este motivo, no debemos prescindir de los hidratos de carbono de nuestro día a día, mejor si son integrales o grano completo. Entre los principales motivos, nos proporcionan energía rápida, es el principal alimento del cerebro, ayuda a controlar los niveles de insulina y reduce el colesterol ‘malo’, es fuente de fibra y mantiene el equilibrio intestinal.
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