Mucho se ha hablado en las últimas semanas de la magnífica condición física de Tom Brady, quien con 43 años llevó a un equipo con poca proyección, el Tampa, a ganar la última Super Bowl. Se han escrito multitud de artículos destapando su secreto y señalando como responsable a su sibarita alimentación, protagonizada por alimentos orgánicos, mucho líquido enriquecido con electrolitos y carente de productos calificados como inflamatorios: tomate y berenjena, entre otros.
Según los expertos este tipo de dieta tiene la finalidad de conservar los denominados telómeros. ¿Qué es un telómero? Son secuencias de ADN repetidas que protegen las extremidades de los cromosomas de su natural acortamiento. Así, cuando más largos sean éstos, más salud y menor envejecimiento para las células. De igual modo, su disminución de tamaño también es síntoma de mayor edad. Este nuevo descubrimiento supuso el Premio Nobel de Medicina en 2009.
A partir de aquí, se han hecho multitud de ensayos y pruebas clínicas para revisar qué alimentos son los más adecuados para nuestro organismo y cuáles no. Así, las frutas y las verduras se sitúan en el ‘top ten’ de alimentos saludables. Les siguen las legumbres, los cereales y el café. Más dudas generarían el pescado y los lácteos. Pero los que son realmente perjudiciales son las carnes procesadas, refrescos azucarados, todo tipo de grasas saturadas y los alimentos industriales.
Resulta realmente difícil acertar con la dieta de moda. De hecho hace unos años, y debido a un libro determinado, estaba totalmente desaconsejado tomar leche. Según esta teoría, nacemos con un número de enzimas en nuestro aparato digestivo y la agresión que sufren por el consumo de determinados alimentos, en este caso los lácteos, hacen que se reduzcan y nuestro organismo envejezca prematuramente.
Superando los dictados de las modas pasajeras y los intereses de determinadas industrias alimentarias, en lo que coinciden la mayoría de expertos es en que nuestra dieta debe ser lo más variada posible, dando prioridad a las verduras, legumbres, cereales y frutas. Junto a ello, una ingesta adecuada de agua y ejercicio. Así lo corroboran los residentes de ciertos pueblos de Galicia y el norte de Italia, que se encuentran entre los más longevos del planeta. Aunque en este caso añaden la vital importancia de una vida tranquila, sin estrés, y dando importancia a las cosas “que realmente la tienen”.
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