No nos lo creemos pero por fin han llegado para la mayoría las deseadas vacaciones de verano. Son del todo necesarias porque nuestro organismo y con él, nuestro ánimo, sufren un severo desgaste fruto de los horarios, tensiones, rutinas y retos que soportamos como parte de nuestra actividad diaria.
En este post traemos a consideración una serie de recomendaciones a modo de consejos para que el período de descanso no nos pille desprevenidos y podamos disfrutarlo desde el primer momento.
- Delega las tareas pendientes: El primer paso para relajar el cuerpo es vaciar la mente de todo tipo de lista de tareas y temas pendientes que inconscientemente hemos archivado en ella. Recuerda: no somos imprescindibles, estamos rodeados de compañeros y equipos cualificados… o con ganas de tener una responsabilidad y así poder crecer. Un paso imprescindible es delegar tareas, pero delegarlas de verdad.
- Selecciona dos buenos libros:Se comienza así por alimentar esa parte fundamental de nosotros que nos define: la mente. Y la mente alimenta el alma. La lectura además tiene efectos saludables en el organismo casi inmediatamente: frena el nerviosismo, reduce considerablemente la hiperactividad y relaja la musculatura, entre otros.
- ¡Juega!: ¿Sabías que con los juegos también estás ejercitando mente y alma? Juegos de mesa, puzzles, sudokus, juegos cooperativos, crucigramas. Bien sea un juego social o solitario, el divertimento es parte fundamental del ser humano y la generación de bienestar.
- Unas relaciones sociales saludables y activas contribuirán a que tu estrés disminuya y, en consecuencia, mejore la salud de tu mente. Estar con tus amigos, asistir a una conferencia en tu ciudad o realizar actividades con gente con la que compartas interesas hará que estés siempre estimulado intelectualmente.
- Haz ejercicio: Y a ser posible en la naturaleza. Te damos aquí algunas pistas sobre excelentes actividades deportivas que puedes practicar al aire libre en verano: ciclismo, natación en el mar, vela, surf, windsurf, senderismo, escalada, ala- delta, running, etc. El deporte te hará sentir muy bien, reduce la depresión y la ansiedad al generar endorfinas, permitiendo despejar tu mente y cargar las pilas de nuevo.
- Elige un reto de aprendizaje: Una de las mejores formas de mantener nuestra mente activa es poniéndonos el reto de aprender algo nuevo. Plantear preguntas e intentar resolverlas, desarrollar la creatividad con alguna manualidad, aprender a tocar algún instrumento, comienza esa afición que siempre has querido hacer, como la cocina, la pintura o la fotografía.
- ¡Hazte voluntario! Apúntate a colaborar en alguna asociación u ONG… ¡las opciones son infinitas! Únicamente has de descubrir qué es aquello que más llama tu atención y ponerte manos a la obra. Lo sabemos pero lo practicamos muy poco: dejar a un lado nuestra actividad y problemas y centrarnos en problemas de los demás es lo que más nos libera de nosotros mismos. Sus beneficios son inmediatos y duraderos.
Y tú, ¿qué consejos nos darías para disfrutar de estas semanas de descanso que tenemos por delante?
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