null Los sistemas de jubilación más sostenibles del mundo

La jubilación y pensiones conforman uno de los temas que más controversia generan en todo el mundo y, a la vez, los que mayor necesidad de intervención requieren. El Estado de Bienestar de las civilizaciones modernas se rige principalmente por sus sistemas públicos de pensiones y la capacidad de conseguir una sostenibilidad financiera. ¿Qué tienen en común los países con mayor sostenibilidad en cuanto a pensiones de jubilación? En esta entrada explicaremos cuáles son los sistemas de jubilación más sostenibles del mundo y cómo pueden actuar como referentes en la economía global.

Comenzando por los países líderes en la sostenibilidad de sus sistemas de jubilación nos encontramos un año más ante Países Bajos, seguido de Dinamarca, como ya hablamos en 2018 en una entrada acerca de los mejores sistemas de pensiones. En resumen, el sistema de jubilación de Holanda se basa en prestaciones públicas y planes de pensiones de empleo. En el caso de Dinamarca, el sistema de jubilación está dividido en tres pilares: prestaciones públicas, prestaciones complementarias privadas obligatorias y prestaciones voluntarias.

Seguido de Países Bajos y Dinamarca encontramos otro país nórdico. Finlandia se sitúa en la tercera posición mundial en cuanto a la sostenibilidad de su sistema de pensiones. El sistema de jubilación finlandés tiene como premisas la pensión pública y la pensión de empleo. La pensión pública, también conocida como pensión nacional o pensión de vejez de régimen general concede prestaciones basadas en la residencia e incluye una pensión mínima garantizada adicional en caso de que no se alcancen los ingresos establecidos. Por otro lado, en la pensión de empleo, o pensión vinculada a ingresos, las prestaciones estarán basadas en el seguro. Ambas son complementarias, pero, cuando una pensión ligada a los ingresos supera cierto límite, la pensión nacional y la pensión mínima garantizada no son abonadas.

En cuarto lugar, se sitúa el sistema de pensiones de Australia. Este sistema es conocido a nivel global ya que está basado en tres pilares: el ahorro particular (planes de pensiones), pensiones públicas y el famoso Sistema “Super”, o “Superannuation”. Este último es el que mayor reconocimiento tiene a nivel mundial y el que hace posible que las tasas de ahorro entre la población australiana aumenten. El Sistema Super supone a todas las empresas australianas un requerimiento legal para destinar un porcentaje de los salarios de los empleados (actualmente un 9%) en un ‘superfondo’ que invertirá dichas cantidades para que lo obtengan los empleados en el retiro laboral. Se trata de un sistema de pensiones creado relativamente hace pocos años, en 1992, y desde entonces ha sido un ejemplo a seguir por el resto de los países.

Por último, y alcanzando la quinta posición mundial del ranking de mejores sistemas de pensiones más sostenibles, encontramos otro país escandinavo. Suecia cuenta con un modelo de sistema de pensiones basado en aportaciones definidas a la Seguridad Social y aportaciones definidas a cuentas financieras individuales. Las aportaciones definidas a la Seguridad Social se basan en el registro de cotizaciones durante toda la vida laboral, y la cuantía a percibir en el momento de la jubilación será determinada por el número total de cotizaciones a lo largo de los años entre los años de esperanza de vida presentes en el momento de retiro laboral. En cuanto a las aportaciones a cuentas financieras individuales, se basa en contribuciones individuales a fondos de pensiones.

En definitiva y como hemos podido comprobar, los países que gozan de los mejores sistemas de jubilación tienden a contar con planes de pensiones privados e individuales que complementan las pensiones públicas y contribuyen a la sostenibilidad de los Estados. La rentabilidad a largo plazo con la que cuentan los planes de pensiones, como los ofrecidos por PSN, junto a la posibilidad de gestionarlos de manera profesionalizada y en función del nivel de riesgo, hace de estos productos de ahorro el ingrediente perfecto para la sostenibilidad y suficiencia de los sistemas de jubilación.

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