Los peores años de la crisis económica han pasado y todos los expertos coinciden en que España está volviendo a la senda del crecimiento. Aun así, todos hemos experimentado los momentos duros que esta crisis nos ha dejado, además de la creciente conciencia de la necesidad de ahorro, por ejemplo, por la falta de sostenibilidad del sistema de pensiones públicas.
El mercado está repleto de productos de ahorro diferentes y nos hace plantearnos la siguiente cuestión: ¿Qué producto de ahorro me conviene más?
¿Cuáles son las motivaciones de nuestro ahorro?
De cara a plantearnos cuál sería el producto de ahorro que más se acerca a nuestras necesidades, en primer lugar debemos responder otras preguntas. Éstas tienen que ver con la forma en la que vamos a afrontar nuestros objetivos. Se podrían resumir en cuatro grupos:
- ¿Queremos o estamos dispuestos a enfrentarnos a productos de mayor riesgo para obtener rentabilidades mayores? Las compañías que comercializan productos financieros están obligadas a notificar, mediante una escala del 1 al 6, la complejidad y riesgos que supone su contratación. Acciones o fondos de inversión pueden tener mayores beneficios pero implican mayor riesgo que otras opciones más conservadoras.
- Otro factor importante a tener en cuenta es si podemos aportar un capital previamente ahorrado que nos permita la contratación de un producto concreto, o quizá, si podemos generar ingresos constantes, dedicar una parte de éstos a un producto de ahorro.
- También hay que tener en cuenta la situación familiar. Si, por ejemplo, tenemos hijos, quizá nos podría interesar invertir nuestros ahorros en garantizar su futura educación. Este podría ser el caso de los planes de ahorro de estudios: entre los productos de PSN puedes encontrar PSN Máster y PSN Renta Estudios, que se ajustan a estas características.
- Por último, un factor importante a tener en cuenta es la fiscalidad de ciertos productos. En concreto, los planes de pensiones son una herramienta financiera muy necesaria en la actualidad, y además pueden permitirte reducir la factura fiscal anual hasta un máximo de 8.000 euros.
Características de los productos ahorro
Una vez comprendida nuestra situación y nuestras prioridades, para entender cómo hacer frente al amplio abanico de herramientas financieras y productos de ahorro, debemos comprender sus características básicas. Estas se pueden reducir a tres simples cuestiones:
- Riesgo: ya lo hemos comentado arriba, es decir, la seguridad de nuestro capital invertido en la compañía que nos ha emitido este producto
- Liquidez: es la capacidad o la facilidad con la que el cliente puede recuperar su capital aportado.
- Rentabilidad: ¿es la rentabilidad fija o variable? ¿la recibiremos en caso de algún acontecimiento como fallecimiento del tomador de un seguro o tras una baja laboral?
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