Fue presentada como la moneda del futuro en su nacimiento en 2009. Entre 2013 y 2014, llegó a los titulares por su volatilidad y el colapso de uno Mt. Gox, una de las casas de cambio especializadas en esta criptomoneda. ¿Qué ha sido de la BitCoin? ¿Ha desaparecido o está tomando lentamente el mundo de las transacciones en la Red?
Lo cierto es que la moneda sigue en activo, sostenida por una resistente comunidad de programadores comprometidos con los ideales de una criptomoneda, pero buena parte de la moda ha pasado ya. De hecho, los analistas están ya discutiendo si el futuro de la BitCoin no será… sin la BitCoin.
La razón es que, si bien la divisa en su forma actual no ofrece grandes ventajas al gran público, tiene posibilidades de ser abandonada y acapara grandes sospechas en cuanto a su seguridad y viabilidad, la tecnología subyacente sí parece tener futuro. La BitCoin se basa en un registro de contabilidad distribuido. Es decir: todas y cada una de las transacciones que se llevan a cabo con esta moneda quedan registradas automáticamente en un registro online accesible públicamente. La integridad de este registro queda garantizada por el hecho de que no está a cargo de una tercera parte, sino que las copias actualizadas son constantemente compartidas por todos los integrantes de este sistema monetario (contabilidad distribuida). Esto impide cualquier intento de falsificación.
De este modo, nuevos desarrolladores de software visionarios en Silicon Valley están recibiendo financiación de fondos de capital riesgo (incluyendo al presidente de Google y a un cofundador de Yahoo) con vistas a encontrar aplicaciones alternativas a la contabilidad distribuida. Se trataría de recrear una estructura financiera instantánea y transparente que permitiría, entre otras cosas, reducir a cero el tiempo de transferencia de activos o permitir auditorías instantáneas del mercado de derivados. Más allá de estas hipótesis, los propios desarrolladores no tienen muy claras otras aplicaciones concretas, pero consideran que están construyendo una infraestructura y que las aplicaciones prácticas vendrán después.
De cualquier modo, algunos bancos españoles, sí están invirtiendo en compañías que trabajan con BitCoin. Eso sí, y conviene no olvidarlo, lo hacen a través de sus fondos de capital riesgo. Algo que ningún inversor que se plantee este activo nunca debe olvidar.
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