Las pensiones son uno de los principales retos a los que se enfrenta la sociedad española. El progresivo envejecimiento de la población, derivado de una mayor esperanza de vida, está llevando el sistema público al límite. El arranque de la tan ansiada nueva legislatura traía esperanzas en torno a la revisión de un tema de suma importancia: la sostenibilidad del sistema público de pensiones, pero la realidad es que se han dado muy pocos pasos en su evolución.
El pasado 22 de noviembre se volvió a reunir el llamado Pacto de Toledo, una comisión dedicada al seguimiento de acuerdos en el campo de las pensiones, al margen de partidos políticos e ideologías, y cuyo objetivo es consensuar medidas para garantizar la viabilidad del modelo. Las conclusiones que se obtuvieron volvieron a ser insuficientes.
Por ello, lo que es una certeza compartida es la necesidad de un debate serio y del que salgan acciones concretas. Así al menos se desprende de las conclusiones del foro “Sostenibilidad del Sistema de Pensiones, ¿es consciente la sociedad de la complejidad de la situación actual?” que PSN organizó junto a la Agencia EFE el pasado 11 de noviembre.
El evento reunió a distintos expertos en este campo, quienes trataron de arrojar algo de luz sobre el momento que vive el modelo público de pensiones y advirtieron de su insostenibilidad a largo plazo, además de manifestar la necesidad de tomar medidas cuanto antes.
El gran problema de las pensiones públicas
El presidente de PSN, Miguel Carrero, inauguró el encuentro con un mensaje claro: "El problema de las pensiones es gordo" y hace pensar en “un futuro muy preocupante". Del mismo modo, se refirió al cambio cultural ocurrido en España donde se ha perdido el sentido del ahorro primario y sólo importa cotizar, "recaudar más y pagar menos".
En busca de más transparencia en el sistema de pensiones
No mostraron la misma tranquilidad los expertos que formaron parte del panel organizado por EFE y PSN. En este sentido, el director asociado de Analistas Financieros Internacionales (AFI), José Antonio Herce, cuestionó la transparencia del sistema español de pensiones, en comparación con los países del entorno. Herce insistió, además, en que la desvinculación de las pensiones de viudedad y orfandad de la Seguridad Social no es una solución al problema, preguntándose la idoneidad de plantear las pensiones de viudedad “como un vestigio del pasado”.
¿Es la solución retrasar más la edad de la jubilación?
La cara más amable del debate vino de la mano de Ángel de la Fuente, Director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), quien lanzó un mensaje de tranquilidad sobre el momento actual que viven las pensiones públicas, aunque planteó la necesidad de aumentar la edad de jubilación y encaminarnos hacia una jubilación activa. Según De la Fuente, “no se puede evitar que las pensiones bajen y que en los próximos 20 años el ratio cotizantes/pensionista pueda, incluso, caer a la mitad, aunque incidió en el hecho de que, al depender las pensiones del sueldo y de la productividad, “cuanto más productivos seamos y más sueldo tengamos, más grande será el pastel y menos será el problema de las pensiones".
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