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Pensiones: cuestión de Estado

Las proyecciones demográficas de la sociedad española y los datos actuales de ingresos y gastos no dejan duda: el sistema público de pensiones tiene serios problemas de sostenibilidad que no pueden (ni deben) ‘esconderse bajo la alfombra’

¿Cúal es la situación de las pensiones?

El debate está servido, y va con retraso. La sostenibilidad del sistema público de pensiones es un asunto que lleva años ocupando portadas de diarios y abriendo informativos en radio y televisión pero, respecto de la cuestión de fondo poco debate objetivo y con propuestas ha existido. La incertidumbre política en la que lleva sumido el país hace ahora cerca de un año no ayuda a desempolvar un debate que debería estar entre las prioridades del Estado, mientras se conocen datos que no dejan lugar a dudas sobre la compleja situación en la que nos encontramos.

Al margen de propuestas para afrontar el problema, lo que es irrefutable son las cuentas de la Seguridad Social. Entre 2007 y 2015 se han perdido casi dos millones de cotizantes, a la vez que más de un millón de nuevos pensionistas se incorporaban al sistema.

En este complejo escenario, la gran mayoría de las medidas puestas en marcha en los países de nuestro entorno para hacer sostenibles sus sistemas públicos de pensiones pasan por un binomio nada popular: trabajar más y cobrar menos. El retraso de la edad de jubilación y la separación de la subida de las prestaciones del IPC son una constante en la Europa actual.

Camino a la insostenibilidad: y mañana, ¿qué hacemos?

Nadie duda de que el hecho de que vivamos más años y con mejor calidad de vida es una gran noticia para la sociedad en su conjunto. Dicho esto, para el contexto que nos ocupa, el de la sostenibilidad del sistema de pensiones, no lo es tanto en la medida que supone que los pensionistas que se incorporan al sistema no sólo cobran mayores prestaciones que los que lo abandonan, sino que permanecen en él durante mucho más tiempo. Las consecuencias directas de este exponencial crecimiento no escapan a nadie y tienen su reflejo en las previsiones que un informe del IESE y Fundación Edad&Vida pusieron recientemente sobre la mesa: en 2050 el gasto de España en pensiones pasará de respresentar poco más del 8% del PIB actual a superar el 16%.

De continuar al mismo ritmo, el fondo de Reserva tiene los días contados: el mes de diciembre de 2017. Ante esta situación, han sido muchas las voces que han manifestado su preocupación, entre otras, la Autoridad independiente de Responsabilidad fiscal, reclamando la adopción de medidas necesarias para anticiparse a una situación más que previsible.

La realidad en el campo de las pensiones hace que el ahorro privado se erija en la única alternativa sólida para garantizar el nivel de vida tras la etapa laboral.

Si quieres conocer en profundidad la situación de las pensiones, la situación de las pensiones en otros países europeos, y las alternativas de ahorro privado, consulta las páginas 6-11 de nuestra revista

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