Se suele decir que “año nuevo, vida nueva”, pero muchas veces esta frase se queda en una mera declaración de intenciones. En realidad, el cambio de año es una línea de salida psicológica para nuevas metas que, bien planificadas, pueden tener éxito.
Una vida más saludable
Los datos indican que en enero se disparan tanto las matriculaciones en los gimnasios como la venta de frutas y verduras. En ambos casos, la búsqueda de una vida más saludable es el denominador común. Lo importante en este caso es que no sea una costumbre pasajera que abandonemos cuando lleguen el verano y las vacaciones, sino que sea un modus operandi atemporal para todos los miembros de la familia. De esta manera estaremos evitando problemas de salud no sólo a largo plazo, sino que también estaremos reforzando nuestras defensas de cara a posibles enfermedades estacionales.
Dejar de fumar
Los datos indican que desde la entrada en vigor de la Ley Antitabaco, el número de fumadores en España es el más bajo de los últimos 30 años. Y es que cada vez es más habitual acudir a profesionales para dejar un hábito que cada año mata a 52.000 personas en España. En las diferentes comunidades autónomas crecen las unidades de tabaquismo como parte del sistema sanitario para que dejar este hábito no dependa sólo de la fuerza de voluntad. A esto se unen las nuevas tecnologías, ya que cada vez existen más aplicaciones móviles que nos proporcionan trucos y hábitos que nos hacen más llevadero dejar atrás este hábito tan perjudicial para la salud.
Dedicar más tiempo a la lectura
En nuestra sociedad es demasiado habitual irse a la cama después de haber visto la televisión o cualquier contenido multimedia en nuestro teléfono o tableta. Esto provoca que el brillo azul nos ocasione trastornos en el sueño, fruto de una tensión ocular alterada. Ésta es quizá la razón por la que cada vez es más habitual que el leer más, especialmente antes de dormir o en los trayectos en transporte público, sea uno de los objetivos de año nuevo. Con ello se consigue no sólo reducir nuestro estrés diario, sino proporcionar a nuestra mente una relajación necesaria para el momento previo al sueño.
Ahorrar más a lo largo del año
Siendo un momento de revisión en todos nuestros aspectos cotidianos, el año nuevo es un momento idóneo para revisar nuestros gastos habituales y, muchas veces, superfluos. Echar un vistazo a esas suscripciones a plataformas que no utilizamos, revisar el gasto en combustible para usar más el transporte público… Muchas veces no se trata únicamente de disponer de más dinero en nuestra cuenta, sino de poder reinvertirlo en otras alternativas que nos permitan gastarlo de manera más inteligente para sacarle una mayor rentabilidad a medio y largo plazo. En definitiva, con nuestros propósitos de año nuevo tendremos éxito si conseguimos convertirlos en un hábito continuado a lo largo del año, incorporarlos como parte de nuestra vida cotidiana y no verlos como un auto-castigo al final de la época navideña.
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