null Prevención del suicidio: indicios a vigilar

Lejos de ser considerado y tratado como un tema tabú, el suicidio debe ser visibilizado y abordado con rigor y responsabilidad dada su incidencia a nivel global. Cada 10 de septiembre, en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, se pretende dar luz a una realidad en ocasiones invisibilizada, con el fin de reducir el número de suicidios y salvar vidas a través de todas las vías de ayuda de las que disponemos. De esta manera, en esta entrada recopilamos la información más relevante acerca del suicidio y los principales indicios a vigilar para prevenir y actuar.

Pese a ser un tema que no forma parte de la actualidad mediática del día a día, el suicidio forma parte de una realidad en la que se debe invertir los recursos necesarios para reducir sus cifras. Según las estadísticas del INE consultadas en la Fundación Española para la Prevención del Suicidio, en 2018 se produjeron 3.539 suicidios en España, lo que se traduce en una tasa de un suicidio cada 2,5 horas. Estos datos hacen que el suicidio se convierta en la primera causa externa de mortalidad en España y uno de los mayores problemas de salud pública en Europa. Para abordar el suicidio, uno de los reclamos por parte de asociaciones y profesionales de salud mental se sitúa en la inversión que deben realizar las autoridades en la elaboración de un Plan Nacional de Prevención del Suicidio y la actualización de la estrategia en salud mental del Sistema Nacional de Salud.

De manera paralela, múltiples colectivos, entidades y personas de todo el mundo se unen en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio a través de iniciativas que demuestran su apoyo y acompañamiento a personas con riesgo de suicidio y a sus familias, a través de lemas como el promovido por la asociación Teléfono de la Esperanza, “Te regalo una coma, para que sigas escribiendo tu historia”.

Señales de riesgo suicida que debemos vigilar

Con el fin de prevenir estos actos y ayudar a quienes estén pasando por momentos difíciles, debemos estar atentos a las conductas y pensamientos suicidas que una persona pueda tener, según refleja la guía elaborada por Teléfono de la Esperanza, dado que muchas personas evidencian algunos síntomas y señales que posibilitan la detención de riesgo suicida.

Esta organización distingue entre señales de alerta verbales y no verbales. Entre las señales verbales, nos podemos encontrar ante comentarios negativos sobre su futuro, o relacionadas con el acto suicida o la muerte, denotando soledad, desesperanza e incapacidad para sobrellevar la vida cotidiana. Además de estas señales de alerta verbales, son frecuentes las despedidas verbales o escritas, así como amenazas o comentarios a personas cercanas sobre su intención.

En cuanto a las señales no verbales, hallamos cambios repentinos de conducta y del estado de ánimo, aislamiento personal y social, en lo referente a la apariencia física personal, las obligaciones laborales o familiares, cerrar asuntos pendientes, regalar objetos muy personales, cerrar cuentas en redes sociales… También se debe considerar señal de alerta ver indicios de información sobre formas de autolesionarse o métodos de suicidio, así como la adquisición de posibles medios lesivos.

Esta guía, además, ofrece una serie de recomendaciones dirigidas a cada persona para saber cómo actuar ante el suicidio y prevenirlo. Además, hablar del tema con responsabilidad ayuda a acabar con los mitos y estigmas existentes, y contribuye a que las personas con ideaciones suicidas sepan que no están solas y pidan ayuda, tanto a profesionales de la psicología o psiquiatría y personas allegadas para superar cualquier adversidad.

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