Si existe una idea que defina el mutualismo es la solidaridad, el apoyo entre iguales cuando más se necesita. Esta raíz tan humanista, junto a una gestión prudente y una gobernanza transparente, ha permitido a las mutuas salir reforzadas de la reciente crisis económica y encarar con confianza un futuro en el que tienen todo el sentido.
“El mutualismo está hoy más vigente que nunca porque estamos hablando de organizaciones sin ánimo de lucro, de espíritu solidario y vertebradas en torno a grupos homogéneos cuyo principal objetivo es la protección, el servicio y el beneficio de sus miembros, y todo ello desde un carácter marcadamente social”. Así lo explica Miguel Carrero, presidente del Grupo PSN, cuando se le pregunta si cree que los valores que representan las mutuas de seguros encajan en la sociedad social, en la que la economía colaborativa se está abriendo paso como un soplo de esperanza frente a la dictadura de los indicadores macroeconómicos y el beneficio.
Actualmente, el modelo mutual representa aproximadamente el 32% de todo el mercado asegurador en Europa, donde provee de servicios a 230 millones de ciudadanos y da empleo a 200.000 personas. En este contexto, España es el décimo mercado de las mutuas a nivel global y el octavo a nivel europeo por volumen de activos, que en 2017 alcanzaba los 120.000 millones de dólares, unos 107.000 millones de euros, según datos del décimo informe Participación global en el mercado de los mutuales, de la Federación Internacional de Cooperativas y Mutuales de Seguros (ICMIF).
Esta representatividad está por encima de la media europea en nuestro país: en 2015, las mutuas, mutualidades y cooperativas españolas superaron por primera vez el 40% del mercado asegurador, representando el 17,7% del mercado de Vida y el 60% de mercado de No Vida, de acuerdo con el documento Facts and figures. Volume 2, editado conjuntamente por ICMIF y la Asociación de Mutuas y Cooperativas de Seguros en Europa (AMICE, por sus siglas en inglés). En 2017, el sector proporcionaba empleo estable y cualificado a cerca de 25.500 personas. Además, el número de empleados se mantuvo estable entre 2007 y 2015, sin apenas variaciones incluso en los peores años de la crisis económica, tanto en España como en el conjunto de Europa.
¿Por qué somos diferentes?
La asociación patronal europea AMICE explica que las mutuas de seguros se ven a sí mismas como ‘propiedad’ de sus miembros asegurados. Este concepto único tiene varias consecuencias que las mutuas han convertido en fortalezas. Dado que no se establecen mediante la provisión de capital por parte de sus miembros y no tienen accionistas, no tienen que recompensar a los inversores mediante el pago de dividendos.
En lugar de centrarse únicamente en la rentabilidad a corto plazo, los gestores de una mutua pueden tener en cuenta aspectos más amplios, como la ética, la gobernabilidad democrática y una responsabilidad social más profunda, y pueden establecer una intensa interacción con sus miembros-asegurados para conocer sus necesidades y expectativas.
Siguiendo con esta idea tan centrada en la economía social, la presidenta de ICMIF, Hilde Vernaillen, afirma: “Las aseguradoras cooperativas y mutuales se encuentran entre las compañías de seguros más antiguas del mundo y esta longevidad ha ayudado a construir una reputación de sostenibilidad y confiabilidad. No obstante, el modelo cooperativo mutual es altamente relevante para las necesidades socioeconómicas de los nuevos y emergentes mercados de seguros”.
Por su parte, Miguel Carrero retoma la idea de solidaridad y explica: “En el fondo subyace su naturaleza solidaria, que hace que los beneficios que se deriven de la gestión del patrimonio de los mutualistas reviertan nuevamente sobre ellos. En nuestro caso concreto, lo hacen a través de dos vías: bien mediante los seguros con participación en beneficios, que en 2018 supusieron un retorno al colectivo de 8,9 millones de euros, o bien a través de lo que denominamos servicios de valor añadido”.
Entre estos servicios, destacan los que se dirigen a la protección de los sectores más vulnerables del colectivo mutualista: los mayores y los niños, a través de Los Robles Gerhoteles y las escuelas infantiles PSN Bicos.
Desde la óptica de la reversión de intereses del mundo profesional, el Grupo PSN colabora activamente en beneficio de colegios y otras organizaciones profesionales, como reales academias, fundaciones como Edad&Vida, organizaciones sectoriales o instituciones con un marcado carácter social como Cáritas. “Adicionalmente, contamos con una consultora de servicios profesionales que ofrece condiciones preferentes a los mutualistas en campos de especial necesidad profesional, como el cumplimiento normativo en materia de protección de datos, entre otras cuestiones”, añade el presidente del Grupo PSN.
Cuidando a pequeños y mayores
El Grupo PSN considera fundamental extender su labor hacia los cuidados, ampliando la protección que ofrece a los mutualistas y sus familias hacia los sectores más vulnerables de la sociedad. Para los mayores, cuenta con su residencia Los Robles Gerhoteles Madrid, pensada para proporcionar los mejores cuidados, respetando en todo momento su autonomía y su libertad.
Para los más pequeños ha desarrollado las escuelas infantiles PSN Bicos, un concepto diferencial de educación basada en los valores y el cariño que cuenta con centros en La Coruña, Salamanca y Pontevedra. Las escuelas Bicos suponen un servicio de gran valor añadido para los mutualistas más jóvenes, a los que la entidad ofrece una ayuda inestimable para compatibilizar la labor profesional y la responsabilidad familiar, siempre con la tranquilidad de saber que dejan, con total confianza, a sus hijos en las mejores manos.
El cliente en el centro
En las mutuas de seguros, los mutualistas, miembros y clientes al mismo tiempo, suponen mucho más que relaciones basadas en la transacción comercial. A través de su derecho a votar todos los proyectos e iniciativas del equipo gestor en la Asamblea General de Mutualistas, pueden estar realmente implicados en la vida corporativa de la empresa y en la toma de decisiones estratégicas.
“Los mutualistas pueden estar realmente implicados en la vida de la empresa y la toma de decisiones estratégicas”
Las aseguradoras que se organizan en otras figuras corporativas deben dedicar una considerable cantidad de recursos a mantener una relación cercana con su clientela. Por el contrario, las mutuas de seguros tienen un vínculo institucionalizado y natural con sus mutualistas y, por lo tanto, se ven a sí mismas capaces, pero también obligadas a responder rápida y apropiadamente a sus necesidades y expectativas.
Miguel Carrero considera que poner al cliente en el centro no es una moda ni una quimera en el caso del Grupo PSN. “Para nosotros es muy sencillo seguir esta corriente porque llevamos cerca de 90 años haciéndolo. Tanto es así que no tenemos clientes, tenemos mutualistas y eso ya supone un tratamiento diferencial respecto de cualquier otra compañía. Nuestros valores añadidos, más allá de los ya mencionados, son dos: asesoramiento y personalización. En PSN no vendemos productos, asesoramos personalmente al mutualista para ofrecerle una solución que se adapta a su perfil y da una respuesta real a su necesidad. Nuestros productos son trajes a medida que cubren las especificidades de cada profesión universitaria como ningún otro lo hace. Huimos de los estándares porque creemos que cada profesión tiene su propios necesidades”.
Mutualismo: un concepto con historia
Fuente: AMICE
Algunos de los primeros ejemplos de seguro se caracterizan por el concepto de solidaridad. Ya en el año 2000 AC, barqueros de los ríos chinos se reunían antes de los rápidos y redistribuían sus cargas a partes iguales entre todas las barcazas para compartir las pérdidas en caso de que una de ellas se hundiera. Los antiguos comerciantes griegos cuyos bienes se enviaban en el mismo barco compartían la pérdida si, en una tormenta, el capitán tenía que arrojar por la borda los bienes de uno de ellos para salvar el barco y las cargas de los demás.
El ideal de solidaridad, que instigó la creación de las estructuras de seguros en general y de las mutuas en particular, sigue intacta hoy. Solidaridad entre los miembros de una profesión (agricultores, pescadores, artesanos, arquitectos) o entre las personas que residen en la misma zona se encuentra en la raíz de la mayoría de las mutuas actuales.
PSN, invertir con compromiso
“Para nosotros es un enorme compromiso saber que estamos gestionando una compañía que pertenece a más de 112.000 mutualistas – explica Miguel Carrero-. Respecto a las inversiones, en PSN siempre hemos tenido claro que lo más importante es la seguridad del mutualista, lo que ha hecho que nos obligáramos a buscar inversiones con alto grado de certidumbre, apoyándonos en entidades reputadas y con calificaciones de primer nivel. Cierto es que, en un escenario de tipos en cero o negativos como en el que nos encontramos, es complejo encontrar rentabilidades interesantes, pero esta situación es general y nos afecta a todas las entidades. A pesar de ello, nuestros planes de pensiones, por ejemplo, se encuentran entre los primeros puestos de sus respectivos rankings por rentabilidad y eso, sin duda, responde a una gestión profesional y proactiva”.
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