La publicación especializada Consalud publica un Anuario en el que no sólo recoge la evolución de las principales compañías del sector sanitario y asegurador, sino que también cuenta con la tribuna de opinión de sus presidentes. A continuación, reproducimos la de Miguel Carrero, presidente de PSN, que habla de la necesaria humanización de la tecnología, tanto en Medicina como en cualquier otra disciplina.
La Medicina es una de las disciplinas que siempre se encuentra en continua evolución. Sus avances han permitido que nuestra salud y, con ella, nuestra esperanza de vida, se hayan multiplicado en unos años. Es cierto que estamos aún lejos de erradicar muchas patologías, de conseguir curar dolencias de diversa índole, pero también lo es que se ha logrado cronificar, e incluso en muchos casos curar enfermedades que antes suponían una muerte segura.
Para ello, la tecnología juega, cada vez más, un papel muy importante. Las herramientas y posibilidades que ofrece son incontables: facilitan y amplían el trabajo sanitario, haciéndolo más efectivo, más rápido, más preciso, menos invasivo, y un largo etcétera de ventajas. Pero el hecho de que algo ofrezca una serie de beneficios no significa que sea sustitutorio de aspectos más importantes e imprescindibles.
Vivimos en una época de plena transformación en todos los sectores, y se tiende a pensar que la tecnología no solo es insustituible, sino que en muchos casos tomará las riendas de tareas hasta el momento desarrolladas de las personas. Para nada es el caso de la salud.
Miguel Carrero: “La parte humana de la sanidad es un pilar fundamental”
La tecnología y la innovación sanitarias deben estar en todo momento al servicio de las personas, al servicio de los pacientes, para contribuir a mejorar sus problemas de salud, pero también al servicio de los profesionales, como complemento y ayuda a su labor. Y es que la parte humana de la sanidad es un pilar fundamental.
Sin embargo, a pesar de los avances técnicos y científicos de la Medicina, existe un descontento por la escasa relación entre los distintos protagonistas de la asistencia sanitaria. Hay una percepción de un trato excesivamente impersonal y demasiada burocracia en la práctica clínica actual, apreciándose incluso como una deshumanización de la asistencia que no es otra cosa que la ruptura o, simplemente, la ausencia de la relación médico-paciente y la pérdida de la valoración de este último como ser humano.
Los avances tecnológicos, entre otros factores como la mediatización y los condicionantes económicos, políticos y sociales, están provocando de alguna manera esa deshumanización de la asistencia, con el consecuente descuido de la dimensión humana y emocional del paciente.
Se hace necesario volver a la atención integral, continua, con calidad y calidez, dirigida al individuo y a la familia, y que se contemple al individuo como persona que sufre, siente y padece, dentro del contexto familiar y de su entorno sociocultural, como un ser humano y social que necesita ayuda. Es necesaria más solidaridad, más humanización, más empatía.
Los avances tecnológicos jamás contarán con la capacidad de acompañar y aconsejar al paciente, con esa empatía necesaria para el tratamiento de cualquier dolencia, para que continúe sintiendo que se le trata como a una persona. Solo los profesionales tienen el poder para ello y para poner la innovación al servicio de lo que realmente importa: el trato humano.
Escribe un comentario
Tu comentario será revisado por nuestros editores antes de ser publicado. Tu email nunca será publicado.