Con un 44 por ciento de los españoles asegurando que nunca hacen deporte, España se encuentra por debajo de la media europea en ejercicio físico. Las consecuencias para la salud de llevar un estilo de vida sedentario y no practicar ningún tipo de actividad física pueden ser muy negativas, yendo del aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares a la diabetes.
Pero la buena noticia es que existe un remedio muy sencillo para obtener muchos de los beneficios de la actividad deportiva, aunque no tengamos el tiempo necesario para apuntarnos al gimnasio o a un equipo de fútbol local. Basta con caminar al menos 30 minutos diarios a un ritmo moderado para obtener notables beneficios para la salud. De hecho, no es necesario que esta media hora sea de un tirón. Es posible distribuirla en periodos más cortos a lo largo del día. Lo importante es la cuenta final. Estas son algunas de las ventajas de introducir el hábito de caminar todo lo posible en nuestra rutina:
1- Mejora el corazón y la circulación
El ejercicio regular contribuye a fortalecer el corazón. Al mismo tiempo, siempre que comenzamos una actividad física moderada o más intensa, los vasos sanguíneos tienden a dilatarse para facilitar la circulación. Esto tiene efectos beneficiosos sobre la tensión (tiende a reducirla) y oxigena mejor el corazón y el cuerpo en general. De hecho, si recorremos la misma distancia, caminar tiene los mismos efectos positivos sobre el corazón que salir a correr.
2- Dormimos mejor
Pocas cosas son mejores para tener una buena noche que un breve paseo nocturno antes de acostarnos. El contacto con la oscuridad le indica al cerebro que es de noche y le prepara para el sueño. Por otra parte, la novedad a la que exponemos al cerebro al salir a un parque contribuye a cansarlo un poquito más. Los victorianos también lo recomendaban para dormir mejor.
3- Bueno para la espalda
Si pasamos muchas horas sentados y, a consecuencia de ello, desarrollamos dolores de espalda, una buena caminata de unos 20 ó 40 minutos tres veces por semana es una forma estupenda y natural de estirar los músculos de la espalda. Un estudio de la Universidad de Tel-Aviv no encontró diferencias entre los pacientes que hacían estiramientos después de una lesión y los que se dedicaron a caminar.
4- Reduce el azúcar en sangre
Con sólo 15 minutos de caminata a un ritmo moderado, los niveles de azúcar en sangre comienzan a reducirse. Coger este hábito antes de dormir contribuye a una reducción general del azúcar en sangre.
5- Mejora la autoestima
Dicen los psicólogos que bastan tan sólo cinco minutos de paseo por un parque con césped y árboles bonitos para que la mente se recupere y comencemos a pensar mejor otra vez. Coger el hábito de pasear entre la naturaleza con regularidad parece estar relacionado también con una mayor autoestima.
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