La vuelta a la rutina de septiembre y, sobre todo, los excesos del verano, disparan el número de matrículas en los gimnasios. De hecho, según la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID), se produce un incremento de alrededor de un 10 por ciento en nuevos clientes. El fin de las vacaciones y el regreso a la realidad del trabajo, los colegios, la baja forma física y el sobrepeso habitual después de un largo periodo de asueto, convencen -y casi obligan - a recuperar la tónica habitual.
Para superar esta otra cuesta arriba que representa la vuelta al gimnasio se debe usar, sobre todo, la cabeza. No es conveniente realizar excesos. Tras un periodo de desconexión y de parón, y por muchas ganas que se tenga de volver a hacer ejercicio y de recobrar la forma física, hay que recuperar la constancia y la rutina deportiva siempre de forma progresiva ya que no retomamos nuestro organismo en el mismo punto en que lo dejamos antes de las vacaciones (en la mayoría de los casos). Si no, el cuerpo se resentirá por un esfuerzo sobredimensionado del que ha perdido ya la costumbre.
Tan sólo hay que recordar que, tras un periodo de descanso y de desconexión deportiva, se puede llegar a perder hasta un 30% de la forma física que se tenía. Por eso, la clave está en no tener prisa por lograr lo que se ha abandonado durante semanas. Mejor dedicar tiempo y marcarse un objetivo a medio plazo.
Otro de los errores básicos a la hora de hacer deporte “para adelgazar” es centrarse únicamente en el ejercicio cardiovascular: salir a correr, hacer bicicleta, cuerda, aerobic, etc. La clave para obtener buenos resultados está en combinar este tipo de ejercicios con aquellos de resistencia, que ayudan a quemar más calorías durante el entrenamiento.
Con ganas y con alimentación saludable
Pero, además de esa vuelta paulatina al trabajo físico, que ayudará a lograr que éste sea de nuevo constante, lo ideal es mantener una mente abierta y positiva. Más que pensar en la pereza de ir otra vez al gimnasio o a hacer deporte al parque, lo ideal es plantearlo como un reto, afrontarlo animados, con compromiso y recordando los beneficios que aporta la vuelta al deporte a una vida sana y saludable.
Además, una vez concienciados, es necesario combinar esa recuperada rutina deportiva, esas ganas, con la vuelta a la dieta saludable. Atrás quedan los excesos del verano, el picoteo entre horas y el “qué más da, que estoy de vacaciones.” Volver a los hábitos saludables es siempre el complemento ideal al más que decidido regreso al deporte.
Junto con la dieta y la rutina deportiva, es fundamental una correcta hidratación con líquidos que repongan sales minerales del organismo que perdemos. La buena hidratación propicia unos músculos, articulaciones y tendones más preparados para el ejercicio, aumentando la capacidad de recuperación y minimizando el riesgo de lesión.
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