Halloween es ya una fecha más en nuestro calendario que los más pequeños disfrutan de un modo especial con sus disfraces, pidiendo dulces casa por casa. Pero ¿hay ideas más allá de los sombreros de bruja, las sábanas blancas y los colmillos de vampiro?
Apostar por las tendencias del momento
En 2018 uno de los disfraces que más éxito tuvo entre los adultos fue el de miembro de La casa de papel, la exitosa serie, compuesto por un mono rojo y una careta de Dalí. Este año, en cambio, el de Joker promete ser el más buscado.
El final de la serie Juego de Tronos, si pensamos en los adolescentes, puede darnos ideas para que nuestros hijos se conviertan por una noche en John Nieve, Daenerys Targaryen o la valiente Arya Stark.
Cuando el disfraz es grupal, podemos disfrazar con una única idea de nuestros hijos y ser más originales y dinámicos. Una buena idea para este otoño es la familia más terrorífica del cine: los Addams. Y es que este otoño, en un remake del clásico de 1991, Gómez, Morticia, Miércoles, Pugsley y toda la familia han vuelto a la gran pantalla.
Echar mano de los clásicos
Es posible que los vampiros, los fantasmas y las brujas no sean el disfraz más original, pero todo depende de la maña y los materiales. Lejos de comprarlos, podemos crear disfraces verdaderamente únicos con los materiales que tengamos por casa.
No hay nada más idóneo para un disfraz de bruja que una tela vieja y ajada por nosotros mismos, o el vendaje de una momia hecho con esas vendas amarillentas que se acumulan en el botiquín de casa.
De este modo, se nos brinda la oportunidad de disfrutar de unas horas con nuestros hijos preparando el disfraz, tiempo que también podemos aprovechar preparando algunas recetas especiales de Halloween. Celebren donde lo celebren, los más peques podrán divertirse en la noche más terrorífica del año.
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