null Cómo afrontar el impacto emocional de la jubilación

Tras años de incansable dedicación y esfuerzo trabajando en lo que siempre has querido o no, llega el día en el que alcanzas la ansiada jubilación. Sin embargo, con el paso de los días y semanas vas sintiendo que, tal vez el retiro laboral no resulta ser como esperabas y acaba afectando a tu salud física y mental. ¿Cómo es posible? La jubilación supone un impacto emocional que afecta de diferente manera a las personas, por lo que debemos saber cómo afrontar este cambio en nuestras vidas.

Desde fuera y para aquellos que ansían la llegada del día de retiro laboral, parece inimaginable pensar en una jubilación que no conlleve júbilo y alegría. Lo cierto es que, la transición entre la vida laboral y la jubilación puede llegar a provocar un shock emocional y empeoramiento de la calidad de vida en algunas personas, dependiendo de su nivel de disfrute e implicación laboral.

Si bien somos capaces de prepararnos para la jubilación y anticiparnos a esta etapa de nuestras vidas, diseñando una planificación financiera a medida mediante planes de pensiones y otros productos de ahorro, no debemos pasar por alto efectuar una correcta preparación psicológica. Desde un punto de vista psicológico, el fin de la carrera profesional y el comienzo de la vida como jubilados pasa por diferentes fases de adaptación:

  • Fase de “luna de miel”. Esta fase hace referencia al momento en el que ponemos cierre a nuestra vida laboral y comenzamos a disfrutar de los primeros días de tiempo libre y descarga. Como indica el nombre de esta fase, supone un periodo que se asemeja al tiempo que pasamos de vacaciones, con la diferencia de que esta vez no sentimos presión ni estrés porque estas lleguen a su fin. Esta etapa tiende a estar llena de planes y felicidad al contemplar que se dispone de tiempo suficiente para llevarlos a cabo.
  • Fase de “desencanto”. Es en este periodo de tiempo en el que, tras haber pasado un tiempo disfrutando de la liberación que supone la jubilación, la situación se normaliza y estabiliza y comienzas a preguntarte “¿Y ahora qué?”. Es entonces cuando comienzan a surgir los sentimientos de frustración al ver que tal vez hay algunas cosas que ya no están a nuestro alcance, nostalgia al echar de menos el trabajo y el entorno laboral, estrés al contemplar que los ingresos están por debajo que cuando trabajabas, e incluso falta de autorrealización personal, al ver reducida o extinta nuestra responsabilidad laboral. A todos estos sentimientos, se pueden sumar algunos síntomas del denominado “síndrome del jubilado”, como por ejemplo ansiedad, depresión o soledad.
  • Fase de “reorientación”. Una vez superada la fase anterior de desencanto, llega el momento de afrontar la nueva situación y buscar nuevas expectativas que se ajusten a nuestras necesidades, tiempo y dinero disponible. Ha llegado la hora de ser realistas y cambiar la perspectiva, dándonos cuenta de todas las ventajas y tiempo de ocio para disfrutar durante la jubilación.
  • Fase de “estabilización”. El retiro laboral y todos sus efectos forman parte ya de nuestro día a día y tenemos totalmente integrado un nuevo estilo de vida, siendo plenamente conscientes de todo lo que podemos llevar a cabo dentro de nuestras posibilidades.

Anticípate y fomenta expectativas realistas

Como hemos mencionado, organizar la jubilación no es un tema excepcionalmente económico, por lo que el impacto emocional y los aspectos personales deben formar parte de la planificación del retiro laboral. Establecer expectativas saludables, es decir, aquellas que cuenten con la certeza de que podrás cumplirlas, evitará sufrir los sentimientos originados en la fase de desencanto.

La jubilación es un momento de nuestras vidas que nos permite realizar actividades que nos eran imposibles durante la etapa laboral por falta de tiempo y recursos, como por ejemplo aprender nuevos idiomas, acudir a clases de baile de salón, o formar parte de programas de voluntariado.

Para que el impacto emocional de la jubilación sea más llevadero, no podemos pasar por alto estar rodeado de nuestros seres queridos y amigos, quienes suponen un pilar fundamental en la adaptación a la edad de oro, así como mantenernos activos y llevar una vida saludable para gozar de muchos años de vida activa.

Por último, toma conciencia de la importancia de tu salud mental. Acudir a profesionales en caso de sentirse completamente superados por el cambio y shock emocional que supone la jubilación es completamente normal y recomendable, y no debería suponerte ningún prejuicio. ¡Se trata de tu bienestar ahora que has alcanzado la deseada jubilación!

Últimos comentarios

RUBEN DARIO CHAVEZ ARCILA

17-feb-2024

Que descripcion tan perfecta de la situacion, yo estoy en el desencanto y sacando fuerzas mentales y emocionales para no claudicar.


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RUBEN DARIO CHAVEZ ARCILA Hace 9 meses - Editado
Que descripcion tan perfecta de la situacion, yo estoy en el desencanto y sacando fuerzas mentales y emocionales para no claudicar.