La nueva reforma fiscal que el Gobierno adelantó el viernes pasado en un anteproyecto ha traído novedades para los ahorradores, tal vez no tan positivas como cabría esperar. Los cambios y beneficios introducidos ahora han de ser tomados en consideración junto a los que el mismo gobierno propuso ya en 2011 y afectan a varios de los temas que hemos tratado en este blog. Entre ellos, y además de los rendimientos del ahorro, destacan los siguientes:
· Aportaciones a los planes de pensiones: Los límites de de deducción fiscal por aportaciones, hasta ahora de 10.000 o 12.500 euros, quedarán reducidas a 8.000 euros. El Ejecutivo asegura que las aportaciones no solían superar los 4.000 euros anuales y rondaban la media de los 1.375 euros. De cualquier modo, aunque puede suponer menores deducciones para los grandes ahorradores, no implica la reducción de una vía importante para el ahorro, ya que, aunque esa cuantía sea la máxima deducible, las aportaciones continúan siendo ilimitadas.
· Reducción de las ayudas al alquiler: La deducción del 60% de la renta obtenida de arrendar una propiedad para a ser del 50% y la exención si se alquilaba a jóvenes de entre 18 y 35 años pasa a ser 50%, en lugar del 100%.
· Creación de la Cuenta Ahorro 5: El nuevo instrumento de ahorro podrá adoptar la forma de cuenta bancaria o de seguro, y deberá mantenerse un mínimo de cinco años para que el capital acumulado se beneficie de la exención fiscal sobre los dividendos que genere. El capital máximo será de 5.000 euros anuales. Esto lo convierte en un producto de ahorro a medio plazo, pero no en una nueva opción para los ahorradores a largo plazo que estén considerando alternativas a su plan de pensiones.
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