null Armando Solís: “La gestión de la pandemia no fue buena porque estuvo dirigida por políticos y no por profesionales sanitarios”

Armando Solís es presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Asturias desde hace 20 años. Recientemente ha sido designado como consejero de Previsión Sanitaria Nacional, lo que considera un reconocimiento de una Organización a la que lleva vinculada toda su vida profesional. En esta entrevista, repasa la situación de la profesión y las reivindicaciones de un colectivo que considera debería tenerse más presente desde la Administración cuando se abordan temas sanitarios.


¿Conoce la sociedad las labores de los veterinarios más allá de ser los garantes de la salud de los animales domésticos?
Los veterinarios somos conocidos y reconocidos por velar por la salud y bienestar de los animales, pero la sociedad no conoce nuestra implicación directa en otros campos tan fundamentales como la Salud Pública. En este ámbito, somos una pieza muy importante. Somos defensores a ultranza del concepto ‘One Health’, una idea que subraya que la salud de las personas, de los animales y del medio están interrelacionadas. Es necesario que todos los agentes implicados colaboremos para que la salud global sea óptima. Además, los veterinarios velamos por la seguridad y calidad de los alimentos. Somos responsables de la cadena alimentaria desde donde nace el alimento hasta que llega a la mesa. Estamos en las granjas, en los mataderos, en los mercados y en los restaurantes, inspeccionando que los alimentos sean seguros y de óptima calidad. Esta labor de los veterinarios es muy poco conocida por la sociedad, que nos valora especialmente por nuestra función como garantes de la salud y el bienestar de los animales domésticos.

Los veterinarios somos responsables de la cadena alimentaria desde la granja hasta la mesa. 

 

¿Cuál es la situación laboral de los veterinarios en España?
Somos un país productor de veterinarios. En España tenemos más facultades de Veterinaria que en Francia, Inglaterra y Alemania juntas. Formamos profesionales, con el alto coste que supone, y cuando terminan la universidad no encuentran buenas condiciones laborales, por lo que muchos de ellos se ven abocados a irse fuera de España. Eso sí, las circunstancias están cambiando. Ahora ya no hay tanto exceso de profesionales precisamente por esa emigración o porque prefieren trabajar en la Administración Pública. Considero que debería regularse el número de facultades de Veterinaria, así como mejorar las condiciones salariales para que estos profesionales no tengan que buscar fuera lo que podrían tener en nuestro país. 
 

En España, formamos profesionales, con el alto coste que tiene, y cuando terminan la universidad, no encuentran buenas condiciones laborales y se ven abocados a irse fuera. 

 

¿Hay intrusismo en el mundo de la Veterinaria?
Sí. Tenemos intrusismo. Algunos fisioterapeutas intentan aplicar esta disciplina en caballos. Pero los únicos profesionales que podemos ejercer la Medicina en animales somos los veterinarios. También encontramos personas no tituladas que ejercen la Veterinaria como si lo fueran. Lo que sí que es cierto es que no tenemos altos números en tema de intrusismo, pero desde los colegios estamos pendientes y combativos.

En este sentido, ¿cuáles son las reivindicaciones de los colegios profesionales de Veterinaria?
Hay varias reclamaciones históricas. Por ejemplo, en 2012 pasamos de un IVA reducido del 8% en los servicios veterinarios prestados a los animales de compañía al 21% actual. Eso nos parece un agravio y ha impactado negativamente, reduciendo el número de visitas al veterinario y eso supone menos salud para los animales e indirectamente para las personas. Otra de las reivindicaciones es que la vacuna contra la rabia sea obligatoria en todo el territorio nacional para animales de compañía -perros, gatos y hurones-. Y es que tenemos 4 comunidades autónomas dónde no es obligatoria: Galicia, Asturias, País Vasco y Cataluña. En Asturias se da la paradoja de que, sí lo es para animales de razas potencialmente peligrosas, pero no para el resto. La rabia es un virus, una zoonosis, y las graves consecuencias que provoca en animales y personas están más que demostradas. No podemos diferenciar entre razas o comunidades autónomas. Por otro lado, no hemos dejado de reclamar que los veterinarios vinculados a la Salud Pública deben de estar incorporados al Sistema Nacional de Salud. Las clínicas veterinarias tienen que ser reconocidas como de centros sanitarios.
 

En 2012 pasamos de un IVA reducido del 8% en los servicios veterinarios prestados a los animales de compañía a un 21% actual.

 

Tras la pandemia, la sociedad está más familiarizada con las consecuencias de la zoonosis. Este hecho, ¿ha puesto más en valor el rol del veterinario? 
Cada vez hay un mayor número de enfermedades transmisibles de los animales a las personas y la covid-19 es una de ellas. La labor del veterinario es importante porque es el primer profesional que detecta una enfermedad en los animales y puede impedir que se transmita a las personas. Somos unos excelentes centinelas porque estamos en primera línea. Tuvimos un papel relevante en la pandemia, pero debería haber sido aún mayor. De hecho, creo que la gestión no fue buena porque estuvo dirigida por políticos y no por sanitarios. Estos asuntos no deberían politizarse. Los veterinarios, somos defensores a ultranza de la Salud Pública, creemos firmemente en la Medicina Preventiva.

Otro de los temas de actualidad son las macrogranjas. ¿Qué opinión le merece?
Los veterinarios velamos siempre por la salud y el bienestar de los animales. Da igual que las granjas sean pequeñas o grandes, siempre que se garanticen las condiciones óptimas para los animales. Es necesario que haya granjas de todos los tamaños porque el consumidor quiere tener alimentos de calidad, seguros y económicos. Si las granjas están bien diseñadas y están dirigidas por veterinarios en cuestiones de salud y bienestar, no tenemos nada en contra.

¿Cuáles son los profesionales con los que tienen los veterinarios más afinidad?
El veterinario siempre fue un sanitario en primera línea. Tradicionalmente, los pueblos contaban con un médico, un farmacéutico y un veterinario. Con otros profesionales sanitarios encajamos bien y no hay fricción. Estamos bien considerados y hay muy buena colaboración. Un ejemplo de ello es que cuando se fundó Previsión Sanitaria Nacional, comenzó incorporando médicos, farmacéuticos, odontólogos y también veterinarios. Somos una profesión considerada núcleo dentro de PSN, cosa que nos gusta. Y somos tratados de igual a igual como sanitarios. El problema es la Administración, que va por otros caminos.
 

Somos una profesión considerada núcleo dentro de PSN y somos tratados de igual a igual como sanitarios.

 

Desde hace unos meses es consejero de PSN. ¿Qué cree que puede aportar en el Consejo de Administración?
Estoy empezando mi labor como consejero y soy partidario de oír, ver y aprender. Considero que puedo aportar mi experiencia de gestión con dos clínicas veterinarias privadas y 20 años como presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Asturias. Esta institución tiene colegiados y Previsión Sanitaria Nacional tiene mutualistas. La gestión es parecida. Además, PSN nació en los colegios profesionales. Y para mí es un reconocimiento convertirme en consejero ya que llevo toda la vida vinculado a Previsión Sanitaria Nacional. De hecho, soy mutualistas desde que acabé la licenciatura y me colegié. Tengo un gran recuerdo de mis veranos en el Complejo San Juan de Alicante, cuando mis hijos eran pequeños. Disfrutábamos enormemente. El ambiente que hay es excelente, conoces a otros mutualistas de profesiones afines y se hacen buenos amigos. Además, es importante la función que cumple Previsión Sanitaria Nacional. Los profesionales liberales nos ocupamos muchas veces de asegurar la casa, los coches y nos despreocupamos de nuestra propia protección y la de nuestras familias. Por eso creo que son importantes los seguros que puedan cubrir nuestros ingresos cuando estamos de baja, o los productos que nos protejan de una posible dependencia porque estamos todos muy bien hasta que dejamos de estarlo. Y eso supone una carga importantísima para nuestra familia. Además, Previsión Sanitaria Nacional conoce muy bien las necesidades de los profesionales universitarios. Es muy agradable ir a las oficinas de PSN. Son espectaculares y se han convertido en centros de asesoramiento, con verdaderos profesionales muy bien formados y con mucha experiencia, que miran por ti y hablan tu mismo idioma.

 

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