Desde 1987 se celebra el 31 de mayo el Día Mundial sin Tabaco, por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta decisión se tomó para promover la abstinencia de todas las formas de consumo de tabaco durante esa fecha, para concienciar de los riesgos para nuestra salud a los que nos enfrentamos (ya seamos consumidores o no).
La propia OMS avisa que más de 6 millones de personas mueren al año víctimas de los efectos derivados del tabaco, siendo hasta 600.000 de ellas no consumidores directos, sino personas expuestas al humo de otros. Hay que considerar el tabaco, por tanto, como uno de los grandes retos a los que se enfrenta la salud pública desde hace años.
El tabaco es uno de los grandes enemigos del corazón, el órgano que más puede definir nuestra calidad de vida. La salud cardiovascular es capital de cara a tener una vida saludable. Pero el tabaco no solo ataca al corazón, sino a (evidentemente) los pulmones; puede ser causa de cánceres de pulmón, laringe, faringe, esófago, vejiga, riñón y páncreas; puede afectar también a la fertilidad de hombres y mujeres, así como crear numerosas complicaciones en el embarazo y el parto; y también puede tener consecuencias severas en piel y dentadura.
Campaña 2016: Prepárate para el empaquetado neutro
La campaña especial de la OMS para este año 2016 es realizar un llamamiento a todos los países para que se preparen para un empaquetado neutro de las cajetillas de tabaco, que favorezca la reducción de la demanda. Muchos países como Australia (donde primero se aplicó en 2012), Irlanda, Reino Unido y Francia han aprobado leyes para aplicar un empaquetado genérico para todas las marcas de tabaco.
Los únicos elementos que diferencian unos paquetes de otros con el empaquetado neutro son el nombre de la marca y del producto que, aun así, deberán aparecer en una fuente estandarizada. El color sería el mismo en cada paquete, presentando así una total ausencia de logotipos o informaciones promocionales. Lo que sí destaca en el empaquetado neutro es el uso de advertencias sanitarias gráficas.
Esta medida pretende colaborar en el control del consumo de tabaco, así como facilitar a los Estados miembros de la ONU a formular políticas convincentes y persuasivas en la sensibilización de la sociedad del grave daño que fumar provoca en la salud.
Dejar de fumar también es sano para el bolsillo
La subida de impuestos ha demostrado ser una medida muy valiosa en multitud de países. Según datos de la OMS, aumentar los impuestos sobre el tabaco un 10% ha ayudado a reducir el consumo en un 4% en países con ingresos altos y un 5% en países con ingresos bajos o medios.
Si consideramos un consumo medio de 15 cigarrillos al día, teniendo en cuenta un precio de 4.50 euros por cajetilla, el gasto anual rondaría los 1.200 euros. Teniendo en cuenta que España es uno de los países de Europa Occidental donde sale más barato fumar, no se trata para nada de una cifra desdeñable.
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