null Afrontar seguros un viaje en coche con niños

Muchas ocasiones deseamos la llegada de las vacaciones, el fin de semana o varios días libres para disfrutar de una escapada. La idea de alejarse de la rutina nos resulta tentadora e idílica, pero el viaje puede convertirse en un suplicio si lo hacemos en coche y con niños.

Las típicas frases de “me aburro”, “¿cuánto falta?” o “quiero bajar” pueden llegar a acabar con la paciencia del conductor. Los niños no están acostumbrados a estos viajes y les resulta mucho más incómodo que a los adultos estar horas en un habitáculo pequeño y cerrado. Sin embargo, con los siguientes consejos podemos hacer el viaje más ameno y divertido para ellos, y más fácil y seguro para los adultos.

La seguridad infantil

En 2017, 5 de los 16 niños menores de 12 años fallecidos no llevaban ningún sistema de retención infantil. Además existe otro riesgo en cuanto a su seguridad: el mal uso o la mala instalación de estas sillas infantiles. No podemos dejar nunca de lado la seguridad de los niños y en nosotros reside conocer la normativa de la DGT al respecto. Por supuesto que, además de la seguridad infantil, es obligatorio contar con un seguro de coche antes de emprender nuestro viaje.

Planifica el horario del viaje

La mejor opción es viajar por la noche ya que pasarán gran parte durmiendo. De esta forma, no solo será menos pesado para ellos, sino que también se podrán reducir el número de paradas. En caso de que se prefiera viajar de día, es mejor hacerlo en horas en las que sepas que el niño suele dormirse habitualmente.

No apures a la hora de parar durante el trayecto

Lo recomendado es parar, bajarnos del coche y descansar cada dos horas de conducción o cada 150-200 kilómetros recorridos. Sin embargo, cuando el viaje lo estamos realizando con niños no podemos apurar hasta estas dos horas mínimas recomendadas.

Evita, en la medida de lo posible, las carreteras secundarias y opta por autovías y autopistas. En estas, además, encontrarás más zonas de servicio. A la hora de bajar, como mínimo descansa durante 30 minutos. En este tiempo los niños pueden correr, estirar las piernas y disfrutar del aire libre. En resumen, seguir con fuerzas para continuar el camino.

Qué comer previamente para no marearse

También es habitual que los niños pequeños sufran mareos durante el viaje. Los motivos pueden ser varios pero, sin duda, las comidas ingeridas influyen. Evita la comida pesada y con muchas grasas. Tampoco es recomendable comenzar el viaje con el estómago vacío. Lo mejor: alimentos ligeros, de buena digestión y en su justa medida. Para su hidratación especialmente (y la del resto de pasajeros) es recomendable llevar siempre unas botellas de agua.

Haz el viaje más entretenido

Debemos concienciar a los niños de la importancia de la seguridad. Afrontar el trayecto con una mentalidad positiva, tanto de los más pequeños como de los adultos, nos ayudará a evitar problemas en el trayecto. Además, es recomendable que el copiloto o el resto de pasajeros, en caso de que no viajemos solos, jueguen con los niños. La tecnología (Smartphones, tables, películas, etc.) y la lectura no están recomendadas porque son uno de los motivos que pueden llevar a los niños a sufrir mareos. Juega con la creatividad y la imaginación. ¿Viajar cantando? ¡Seguro que les resulta divertido! Y siempre puedes echar mano de los juegos más típicos para los viajes como el veo-veo, las palabras encadenadas, identificar marcas y matrículas, etc.

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