Llegar a la edad de jubilación de manera activa, siempre se ha visto como una meta deseable de alcanzar. Sin embargo, esta etapa se espera de diferente manera dependiendo de la situación y las aspiraciones de cada persona. Hay quien espera jubilarse para disfrutar del descanso, el ocio y el tiempo libre, como un premio tras una vida dedicada al trabajo. Pero también hay quien lo ve como el final de una etapa de la que le cuesta desprenderse, procurando alargar todo lo posible su actividad laboral y trabajar después de cumplir la edad legal.
De hecho, en la actualidad, la tasa de empleo en España de los mayores de 65 años es de un 5%, tendencia que está aumentando de manera acelerada en los últimos años.
Cuando se acerca el momento de la jubilación, habrá que plantear los pros y contras de seguir trabajando tras los 65 años:
Pros de la jubilación
- Ingresos extras que, en los casos que especifica la ley, pueden sumarse al cobro de la pensión.
- La reforma de la pensiones incentiva en mayor medida la prolongación de la vida laboral con unos porcentajes adicionales mayores, por lo que la pensión aumenta entre un 2% y un 2'75% por año trabajado tras la edad de jubilación.
- Mantenerse activo física y mentalmente proporciona a la persona una sensación de bienestar al sentirse útil y capacitada.
- La pérdida de memoria se retrasa y el poder de razonamiento se mantiene por más tiempo.
- Las actividades aumentan la oxigenación de los circuitos neurales y ayudan a mantener la salud del cerebro.
- Cuando una persona tiene responsabilidades profesionales, está más preocupada por su salud y apariencia en comparación con la que no mantuvo una actividad profesional.
- La empresa aprovecha los conocimientos del trabajador que tiene una experiencia y trayectoria adquirida a lo largo de su vida laboral, que puede ser trasmitida a los trabajadores más jóvenes.
- Se evita la ruptura brusca entre la vida activa y la jubilación, beneficiando psicológicamente al afectado.
- Sensación del jubilado de control de su propia vida, donde es él quien toma las decisiones sobre su retirada de la vida laboral.
Contras de la jubilación
- Falta de tiempo para dedicar al ocio.
- Deterioro de las relaciones personales, que pueden no entender la decisión de seguir trabajando.
- Si el trabajo desempeñado supone una gran carga física, prolongarlo más allá de la jubilación puede provocar problemas de salud permanentes.
Hay que valorar el estado físico y mental de cada persona, evaluar las diversas posibilidades que se plantean y tomar una decisión adecuada a cada profesional para que consiga alcanzar la plenitud personal en las mejores condiciones físicas y psicológicas.
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