En un nuevo intento de gravar las transacciones financieras, la Tasa Tobin ha adquirido una creciente popularidad. El pasado mes de febrero, el Gobierno dio luz verde a la aplicación del impuesto conocido con ese nombre, lo que conlleva una serie de implicaciones tanto en empresas como en inversores y aquellos interesados en comprar o vender acciones. ¿En qué consiste la Tasa Tobin? ¿De qué manera me afecta?
También conocida como el impuesto a las transacciones financieras o ITF, la Tasa Tobin tiene sus orígenes en los años 70, cuando James Tobin introdujo el concepto en la economía mundial con el fin de desacelerar las operaciones especulativas. Se trata de un impuesto que supondrá un gravamen del 0,2% en la compra de acciones de empresas españolas que cuenten con una capitalización bursátil superior a los 1.000 millones de euros. Tal y como muestra Expansión en el ranking de capitalización de las sociedades españolas, actualmente las acciones de 61 empresas podrían verse sometidas a este gravamen. Por otro lado, el impuesto no tendrá ningún efecto en aquellas empresas no cotizadas, así como tampoco en la deuda.
¿Qué supondrá la Tasa Tobin?
En 2019, el volumen de compraventas de acciones hubiese supuesto una recaudación de cerca de 850 millones de euros una vez aplicado el impuesto del 0,2%. Esta cifra, junto con la disuasión de los movimientos especulativos en bolsa, es el motivo principal por el cual el Gobierno ha aprobado la Tasa Tobin.
¿Qué valores son tomados en cuenta en el impuesto?
El valor de la capitalización bursátil, es decir, el valor de las acciones de una empresa que cotiza en bolsa a tener en cuenta a la hora de efectuar el impuesto a las transacciones financieras, será el correspondiente a 1 de diciembre del año anterior a la compra de dichas acciones. Sin embargo, en el primer año de esta normativa, solo se aplicará el impuesto a la compra de acciones de las empresas cuyo valor de bolsa fuese superior a los 1.000 millones de euros en el mes previo a la entrada en vigor de la ley.
A pesar de haber sido ya aprobada, la Tasa Tobin entrará definitivamente en vigor tres meses después de su publicación en el BOE, por lo que será entonces cuando se fije el listado de acciones cuya compraventa sería gravada mediante el impuesto de transacciones financieras como contraprestación del intercambio de las acciones. Cabe recordar, además, que el importe que supone la Tasa Tobin en la compra de acciones recae en los inversores que las adquieren, así como en el intermediario financiero que transmite o ejecuta la orden de compra.
Algunos países europeos como Bélgica, Francia o Italia ya cuentan con un impuesto a las transacciones financieras, al que pronto se unirá España.
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